Bolivia organiza la «Orquesta de los Mil Charangos»

Andrés Schipani/BBC - Pero no estaban allí alentando a su selección. Estaban por otra causa nacional: tocar todos juntos el charango, en la llamada "Orquesta de los 1.000 Charangos".

La idea no era sólo entrar en el libro Guinness de los récords y dar vida al "Día Mundial del Charango", sino también demostrarle al mundo que éste instrumento andino "es boliviano".

"Aquí hemos venido a hacer historia", gritaba, alentando a sus músicos desde el improvisado atril el director de la orquesta, Eliodoro Nina.

Y parece ser que la consigna era esa.

"La idea principal es la promoción del charango cómo instrumento universal. El charango es un instrumento evidentemente panandino. En muchos países de América del Sur lo tocan, pero tiene su origen en Potosí. Esta zona es la cuna del charango", le dijo a BBC Mundo el Ministro de Culturas boliviano, Pablo Groux.

"De aquí, de la promoción de éste proyecto, demostrando el uso y la interpretación masiva que tiene aquí en Bolivia, le puede surgir una nueva señal al mundo", agregó Groux.

"Charanguistas"

Así que este año, la Sociedad Boliviana del Charango -fundada en 1973- se ha propuesto demostrar que este pequeño instrumento andino de cinco pares de cuerdas, con una caja de resonancia hecha con el caparazón de la mulita (quirquincho, tatú o armadillo) es más popular -y más Boliviano- de lo que se piensa.

Han convocado a "charanguistas" de todos los lugares del país a juntarse e interpretar temas tan significativos, como el considerado "segundo himno" del país Andino, "Viva mi Patria Bolivia".

Y parece ser que la pasión por éste instrumento ha traspasado las fronteras bolivianas, y a esta orquesta se le han sumado músicos de países vecinos cómo Argentina, Chile y Perú, y tan distantes cómo Estados Unidos, Francia y Japón.

"Yo me hecho fanático del charango cuándo tenía ocho años, y mi padre en mi casa de Japón escuchaba discos de música andina", cuenta entusiasmado en su precario castellano Suzuki Yakigawi.

El charango es un instrumento musical muy popular en las regiones del altiplano de la cordillera de los Andes. Se lo dio a conocer por primera en un documento escrito en el año 1814 cuando un clérigo de un pueblo cercano a Potosí mencionó "unos guitarrillos muy suyos, que por acá llaman charangos".

Pero siempre ha habido disputas entre los vecinos Bolivia, Chile y Perú acerca de sus orígenes.

"No sé si es bueno atribuirle los orígenes del charango a una sola nación, en éste caso Bolivia. El charango identifica a los pueblos indígenas de la ‘Abya Yala’, que es el nombre indígena y real de nuestro continente. América es un invento español", explica el músico invitado Juan Candia.

Candia agrega que el instrumento también tuvo su historia "trágica", ya que en su Chile natal, con el golpe de estado del año 1973, se habían prohibido los instrumentos indígenas, entre ellos el charango.

"Identidad particular a Bolivia"

Muchos hacen eco a Candia y opinan que el charango marca la identidad de los pueblos indígenas de la zona andina y consideran que en torno al charango se construye identidad, integración, y se emiten mensajes que son antropológicamente característicos de los Aymara y los Quechua.

Y si bien la mayoría de miembros de la orquesta, los bolivianos, creen en ello, el pequeño instrumento de sonido chillón tiene un lugar muy especial en su corazón nacional y no están muy convencidos de cederlo.

"El charango ha dado un reconocimiento de una identidad particular a Bolivia", dice orgulloso uno de los 1.000 músicos, Daniel Villavicencio, mientras afina su impecable instrumento.

Y, según el "Maestro" Ernesto Cavour, quién es una leyenda entre los músicos del charango, además de ser autor de la considerada "Biblia" del instrumento andino, "el charango es un patrimonio cultural para Bolivia".

"Es el instrumento que comenzó siendo del campesino, del indígena y ahora también es del artista y de la juventud. Y así cruzó fronteras", asegura.

Y mientras firma autógrafos en las cajas de resonancia de sus admiradores, antes de comenzar el concierto, agrega: "Empezamos hace mucho tratando de juntar cien charangos. Y ahora tenemos mil. Y vamos por muchos, muchos más".

El concierto, en Homenaje al charanguista y compositor William Ernesto Centellas fallecido el mes pasado —como tantos otros grandes músicos bolivianos en el olvido—, tendrá lugar el próximo 24 de octubre en la ciudad boliviana de Potosí.

El proyecto es iniciativa de la Sociedad Boliviana del Charango y pretende divulgar este instrumento con todas sus características, así como que "los participantes vivan una experiencia de unión y hermandad".

El concierto consistirá en la interpretación simultánea de 1000 charangos de distintos tipos y afinaciones que puedan mostrar de manera objetiva la variedad del charango, tanto en su construcción, interpretación , sonoridad.

En el concierto se interpretarán seis piezas: "Potosino soy"(Humberto Iporre Salinas), "Viva mi Patria Bolivia" (Apolinar Camacho), "Ven a mi" (William Ernesto Centellas), "Subida" (Ernesto Cavour), "Poncho ponchito" (Mauro Núñez) y "Orgullosa Pocoateña" (Popular).

El charango es un instrumento musical usado especialmente en la zona andina y parecido a una pequeña guitarra de cinco cuerdas dobles, cuya caja de resonancia está hecha con el caparazón de un armadillo.

El Congreso de Bolivia declaró en marzo de 2006 al charango como Patrimonio Cultural de origen boliviano y fijó un día nacional y otro internacional en su honor.