Décimas (61): Mi vestido uniforme (o Del momento en que llegué)
Del momento en que llegué
mi pobr’ hermano estudiante
se convirtió, en un instante,
en pair’ y maire a la vez.
Me lleva a una sastrería,
me compr’ un lindo uniforme;
se considera conforme
del verme de azul vestida.
En una paqueterida
mercerizados café,
enagua seda crepé,
zapatos de cabritilla.
Cambiaba la sopaipilla
del momento en que llegué.
Regreso muy orgullosa
a casa de mi pairino;
me miran con desatino,
me deshojaron la rosa.
Si ellas siguen fastidiosas
yo me hago l’interesante,
que dicen qu’estoy flamante
par’ ingresar a l’escuela.
Contempla su parentela
mi pobr’ hermano estudiante.
No sé de qué están hablando,
pero me siento inconforme
mirándom’ el uniforme,
parece qu’estoy llorando.
Mi hermano lo va notando,
defiende con gran desplante:
«La niña es un’aspirante
a un curso de madurez».
La situación al revés
se convirtió en un instante.
Al otro día temprano
llegó com’ un profesor,
con libros un gran montón
y un mapamundi en la mano.
Con aire de soberano
m’entreg’ un libro de inglés,
un cuaderno de francés,
debo embarcarm’ en las lenguas.
Se vuelve, cuando me arenga,
en pair’ y maire a la vez.
Despedida:
Del silabario yo aspiro
al primer’ humanidá’;
demuestro prosperidá’
en el eusamen al tiro.
Mi hermano en preparativo
pasó mes y medio justo,
pero le dio tanto gusto
el día del resulta’o.
No lo he desilusiona’o:
saqué los mejores puntos.