Borja Penalba, Mireia Vives, David Fernández y David Caño abren el festival BarnaSants con un homenaje a Ovidi Montllor en el año en que se cumplen 25 desde que el trovador valenciano nos dijera adiós para irse de vacaciones.
![]() Ovidi 25.
© Xavier Pintanel
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Veinticinco años después de irse, Ovidi Montllor es un referente musical, ético y político para las generaciones que no lo conocieron. BarnaSants —otro referente musical, ético y político— cumple también veinticinco ediciones y es por eso que ha decidido inaugurar este año con un homenaje al trovador valenciano.
Un trovador que —al igual que los pintores malditos— goza de mayor reconocimiento ahora que en vida, cuando fue condenado al ostracismo —especialmente desde las instituciones públicas— porque su voz digna y potente se alzaba contra el poder sin doblegarse. En 2002 —a siete años de su muerte y a los 60 de su nacimiento— cuando estrenamos su cancionero y discografía en CANCIONEROS, su presencia en internet era nula, pero poco a poco, y como queriendo exorcitar nuestra mala conciencia, la obra de Ovidi ha ido siendo cada vez más reivindicada especialmente por las generaciones jóvenes.
Borja Penalba, Mireia Vives, David Fernández y David Caño nunca llegaron a ver a Ovidi en vivo. David Fernández bromeaba que cuando era adolescente se cruzó una vez con él en el barrio de Gràcia de Barcelona.
Y aun así se reconocen herederos de su obra y la reivindican como algo actual y eterno. Y no lo hacen desde el oportunismo que dan las efemérides sino desde el convencimiento total y el conocimiento casi erudito de su obra.
Es por eso que en Ovidi 25 no solo se escucharán las canciones obvias como Homenatge a Teresa o La fera ferotge, sino también canciones medio inéditas como Cançó de suburbi —bellísima en la voz de Mireia— o incluso poemas como Gaspar Hauser núm. 2 de Blai Bonet que Montllor había manifestado querer grabar en Verí good, el disco que dejó inconcluso.
"Me creeréis muerto. Yo no habré muerto", decía Ovidi en Les meves vacances. Ovidi regresa y como también apuntaba en esa canción "otra vez de parte de los buenos".
El cantautor y poeta extremeño Pablo Guerrero, autor de A cántaros, murió a los 78 años en Madrid tras una larga enfermedad; su obra unió canción, poesía y compromiso político durante más de medio siglo.
En un Palau Sant Jordi abarrotado, Joaquín Sabina se despidió de Barcelona con un concierto que fue al mismo tiempo un inventario de vida y un abrazo multitudinario a través de veintidós canciones que, tras más de medio siglo de carrera, ya no le pertenecen solo a él.
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