La fadista portuguesa Mariza lanzará el próximo mes de noviembre su trabajo Mariza canta Amália, un tributo su compatriota Amália Rodrigues de la cual se cumplieron el pasado mes de julio 100 años de su nacimiento.
Dos voces excepcionales. Dos carreras brillantes. En común, Fado, patrimonio eterno y universal de las músicas del mundo, ex-librisde Portugal. Pero también una conexión indeleble que trasciende. Cuando Mariza se propuso conquistar el mundo, arrebató públicos que, antes, solo Amália había logrado arrebatar.
Cuando Mariza comenzó a explorar otros caminos contiguos al Fado, lo hizo como antes, solo lo había logrado Amália. Cuando Mariza se convirtió en embajadora de la música portuguesa del siglo XXI, asumió el manto que, antes, solo Amália había logrado llevar en el siglo XX.
Por tanto, no es de extrañar que Mariza finalmente rinda homenaje a Amália en su totalidad, como solo ella puede hacerlo: habitar el repertorio de la más legendaria de todas las fadistas a su manera, y llevarlo al siglo XXI sin quitarle el alma ni la identidad.
En su 20 aniversario de carrera, en el centenario del nacimiento de Diva – "porque siento que esta es la mejor manera de honrar y agradecer todo el legado e inspiración que nos dejó" – Mariza finalmente nos revela el proyecto que tanto anhelaba: Mariza Canta Amália.
"Amália es una gran inspiración, no solo para mí, sino para tantos artistas portugueses y muchos otros artistas internacionales, así como para todos los portugueses", explica Mariza. "Como diría el gran António Variações: "Todos tenemos a Amália en nuestra voz"".
Con guitarra y viola, como es la seña del fado, pero también con orquesta, como demostró Amália, Mariza nos regala su Amália. Con arreglos y dirección de orquesta de Jaques Morelenbaum, eterno cómplice de Caetano Veloso y Ryuichi Sakamoto, que conoce a Mariza 15 años después de haberle producido Transparente (2005).
Por supuesto: Mariza siempre cantó Amália – desde la obra que la reveló, Fado em Mim (2001), ya estaba reinterpretando Barco Negro o Oiça Lá ó Senhor Vinho, y a lo largo de sus siete trabajos de estudio y tres discos de conciertos en ocasiones anteriores grabó el repertorio de Diva.
Pero esta es la primera vez que Mariza dedica un disco completo a su repertorio. Y, de los diez temas elegidos para Mariza Canta Amália, antes solo había sido sacudido por uno: Barco Negro. Con los arreglos extraordinariamente líricos de Jaques Morelenbaum que le permiten encontrar nuevos matices, Mariza la convierte en uno de los grandes ex-libris de Amália: Gaivota, Estranha forma de vida, Con qué voz, Fado portugués, Gente que se lava en Río, Fue Dios. Como nunca los habíamos escuchado antes, y Mariza (re) los crea como solo Amália sabía cómo (re) crearlos antes.
Grabada entre Lisboa y Río de Janeiro, Mariza Canta Amália es el feliz encuentro entre un repertorio inagotable, una voz inmortal y un productor excepcional. Un encuentro que no olvidaremos.
El álbum fue grabado en los estudios Nas Nuvens y Visom, en Río de Janeiro, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020.
Grabaciones adicionales también en Lisboa en Atlântico Blue Studios y Bela-flor Recording Studios.
La cantautora Judit Neddermann y el guitarrista Pau Figueres presentan un nuevo álbum conjunto, con doce canciones en castellano, catalán, portugués y francés, grabadas en directo en estudio. Entre ellas, una nueva versión de Vinc d’un poble con Joan Manuel Serrat y temas originales que combinan pop, folk, jazz y música popular brasileña.
El cantautor chileno Patricio Anabalón lanza el single Danza con la participación de Silvio Rodríguez, en una obra producida por Javier Farías y enriquecida con los aportes del Cuarteto Austral, Felipe Candia y otros destacados músicos e ilustradores; en un encuentro generacional de la canción de autor.
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