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Novedad discográfica

Silvio Rodríguez con Diákara

por Alberto Montoya Alonso el 04/10/2021 

Silvio Rodríguez acaba de lanzar el disco que grabara en 1991 con el grupo Diákara. Alberto Montoya nos cuenta en este artículo la historia de la colaboración entre el trovador cubano y la banda de latin jazz, así como la génesis de este álbum.

 

Cartel de la gira de Silvio Rodríguez con Diákara (Málaga 1991). © Archivo Alberto Montoya Alonso
Cartel de la gira de Silvio Rodríguez con Diákara (Málaga 1991).
© Archivo Alberto Montoya Alonso

 

Nos situamos en 1990. Cuba comenzaba a vivir uno de los períodos más duros desde el triunfo de la Revolución. Tras el derrumbe del bloque socialista se producía una situación de falta de recursos similar a la vivida en los años 60. En enero, Fidel Castro anuncia el "Periodo especial en tiempos de paz" y "un tiempo que sería largo y difícil", se tomarían acciones económicas de racionamientos como las que se hacen en casos de guerra.

 

La situación exigía una toma de conciencia de apoyo incondicional para "salvar la Revolución en Cuba y salvar el socialismo". No era momento de agudizar las críticas al sistema sino de encontrar soluciones válidas para sobrevivir y crecer para no perder todo lo conseguido en 30 años de gobierno revolucionario. Fidel diría a finales de diciembre: "ser revolucionario hoy constituye un acto de valor, de honor y heroísmo mucho más alto que el que se requirió nunca en la historia de la revolución". Silvio se expresaría así en una rueda de prensa durante la gira por España en junio de 1991: "por primera vez nos estamos enfrentando a nosotros mismos, a nuestros problemas, a nuestras propias deficiencias. Estamos tomando dimensión de esto y pienso que estamos adoptando medidas para hacernos mejores dentro de las dificultades. A Cuba se le plantea una cosa muy clara: o se arrodilla y le pide perdón gimoteando a los americanos o mantiene su dignidad y yo soy uno de los que no va a permitir que Cuba pierda su dignidad".

 

Silvio no solo mantuvo en alza su voluntad y su dignidad sino que además plasmó un trabajo lleno de calidad, virtuosismo y excelencia musical a pesar de las deficiencias que se estaban viviendo en la isla. Era otro modo de decir Cuba va y de continuar creyendo en la revolución.

 

Pues bien, en los primeros meses de 1990, Silvio estaba totalmente absorbido preparando el maravilloso concierto del Estadio Nacional de Santiago de Chile, un trabajo único e histórico con uno de los grandes grupos de la fusión del jazz cubano, Irakere, dirigido por el maestro y excepcional pianista Chucho Valdés. Meses después, otro gran maestro de la fusión musical cubana Oscarito Valdés Jr. con quien ya había trabajado junto al grupo Afrocuba, le propone a Silvio crear un grupo en torno a sus canciones. Silvio que desde el principio de su carrera no fue ajeno a trabajar en grupo aceptó y así surgió Diákara (estado superior del espíritu, nombre que propuso el propio Oscarito) trabajando con unos arreglos que iban desde la música cubana, el pop, el rock y el jazz-rock. Con sonidos fuertes basados en los teclados y la guitarra eléctrica y el acompañamiento de una poderosa base rítmica de bajo, batería y percusiones cubanas. Antes de finalizar este mismo año de 1990 presentaron el trabajo conjunto en varios conciertos en La Habana y ya el 8 de marzo de 1991 fue la presentación estelar con un Karl Marx lleno y en junio salieron de gira por España y posteriormente por México. Ya entrados en marzo de 1992, visitaron Chile, siguieron por Venezuela y la República Dominicana y en noviembre, se realizó la última gira, pasando por el norte de Chile, Argentina, Uruguay y, finalmente, La Habana. Esta vez con algunos cambios en la propuesta sobre todo por la incorporación de un saxofonista de notable pericia que ocupó una mayor presencia, perdiendo la guitarra eléctrica el protagonismo que asumía el magnífico guitarrista Ahmed Barroso, incorporándose asimismo Julián Fernández en la guitarra rítmica y el Tres.

 

Entre estas giras, Silvio y Diákara arreglaron, adaptaron e interpretaron un total de algo menos de 25 canciones de las cuales (Acerca de los padres, Variaciones de un viejo tema, Emilia, Mira, El güije, Canción del pasado, Cuando ellos le pongan defectos, Y yo te di una flor y Hubo un país eran totalmente inéditas. Las tres últimas seguirán siéndolo. En otros casos retomaron algunas canciones del trabajo realizado con Irakere para el concierto de Chile: Tonada de la muerte, La resurrección, El hombre extraño, Santiago de Chile, La escalera y Venga la esperanza. Otro bloque de canciones procedía del trabajo de carácter acústico que Silvio llevaba haciendo en el estudio desde 1989 con canciones que después formaron parte de su trilogía familiar Silvio, Rodríguez, Domínguez: Flores nocturnas, Monólogo, Quien fuera, Y Mariana, El problema y El Necio. El resto fueron escogidas del amplio catálogo del trovador: De la ausencia y de ti, Velia, El mayor, Fábula de los tres hermanos, Por quien merece amor, La gota de rocío, Pequeña serenata diurna y Vamos a andar. A este repertorio se sumaban las inevitables interpretaciones a guitarra limpia donde no faltaron, Te doy una canción, Ojalá, Unicornio, Sueño con serpientes, Llegué por San Antonio de los Baños, Canción del elegido, El papalote, El reparador de sueños, Réquiem, En estos días, Ángel para un final, Rabo de nube e Historia de las sillas. Todas estas canciones y puede que alguna más completaron el repertorio que Silvio manejó durante la existencia del Grupo Diákara desde finales de 1990 hasta mediados de 1993. El grupo estaba integrado por su director Oscarito Valdés, percusión, batería; Roberto Vizcaíno, percusión; Ramón Valle, piano, teclados; Ahmed Barroso, guitarra eléctrica; Emilio Vega, teclados, sintetizadores; y Diego Valdés, bajo. Para los compromisos de 1992 entró Yosvany Terry al saxo y teclados y Julián Fernández guitarra, tres y teclados; dejando el grupo el virtuoso guitarrista Ahmed Barroso. Con el tiempo todos estos músicos terminaron siendo referencia en la música cubana en sus respectivos instrumentos convirtiéndose en excelentes músicos y compositores.

 

Afiche del concierto de Silvio Rodríguez con Diákara en Buenos Aires (Argentina, marzo de 1992). © Archivo Alberto Montoya Alonso
Afiche del concierto de Silvio Rodríguez con Diákara en Buenos Aires (Argentina, marzo de 1992).
© Archivo Alberto Montoya Alonso

 

Para muchísimos artistas este extraordinario catálogo de canciones podría suponer el trabajo de toda una carrera artística. Para Silvio era un paso más, una más de sus maravillosas expediciones que no tienen otro objetivo como diría Martí que el mejoramiento humano. No podemos olvidar que desde su estreno en la TV en 1967 Silvio ya trabajó con grupo, en este caso con Sonorama 6 con los que grabó algunas de sus primeras canciones para el programa Mientras tanto (canciones que guardan el sueño eterno en la Caja de pandora que es el archivo del trovador).

 

Después en 1969 ingresó como miembro fundador del Grupo de experimentación sonora del ICAIC dirigido por Leo Brouwer y ya en solitario ha trabajado además de con los mejores músicos de su generación, lo ha hecho con todo tipo de orquestas cubanas y con grupos de la talla del Grupo de Pablo Milanés, Manguaré, Los Van Van, Afrocuba, Síntesis, Irakere, el caso que nos ocupa Diákara y finalmente con Trovarroco, a los que se han unido grandes instrumentistas como Jorge Aragón, Niurka González, Jorge Reyes y Emilio Vega.

 

Del trabajo y giras realizado con Diákara, no es Con Diákara el primer material oficial que se edita, ya en 1993 y producido por el mexicano José Sulaimán junto al propio Silvio, se editó un documental en video VHS con los vericuetos de la última Gira de Silvio con Diákara realizada a fines de noviembre de 1992 por el norte de Chile, Argentina y Uruguay, terminando en La Habana.

 

Recuerdo Grato, que así se llama el documental, muestra las peripecias y actividades del grupo durante la gira, desde la fiesta de cumpleaños del trovador hasta las recepciones de alcaldes, autoridades y representantes de la cultura en las distintas ciudades que acogieron los conciertos: Santiago de Chile, Viña del Mar, La Serena, Antofagasta, Iquique, Buenos Aires y Montevideo. También podemos ver a Silvio compartiendo momentos íntimos con amigos, los ensayos, la travesía de 1.000 kilómetros en automóvil por el desierto de Atacama, lo que constituyó toda una experiencia íntima.

 

A lo largo del video podemos ver a músicos callejeros a los que Silvio invitó en el periplo chileno. También fueron invitados en distintos conciertos cantautores de la talla de Luis Eduardo Aute, Santiago Feliú, Isabel Parra y Marcelo Boccanera. Además de fragmentos de diferentes conciertos, se incluyeron 4 temas completos del Concierto del Teatro Karl Marx de La Habana el 25 de diciembre de 1992 (Emilia, Hubo un país, Mira y Quién fuera y el tema El día de tu cumpleaños interpretado por Isabel Parra el 29 de noviembre de 1992 en Iquique). A lo largo del documental y como una especie de leit motiv se va proyectando una larga secuencia de Silvio en su habitación componiendo una espléndida introducción instrumental para el tema Quién fuera. En 2005 se reeditó en DVD incluyendo como extras sendas entrevistas a Silvio en 2004 y a Carlos Téllez, uno de los pescadores del barco Playa Girón, donde el trovador estuvo embarcado en 1969, quien cuenta anécdotas de la travesía. Por último, se muestran las letras de las canciones inéditas: Emilia, El Güije, Hubo un país y Mira.

 

Tras la edición de Recuerdo Grato, muchos años después, apareció en el mercado videográfico un DVD no oficial, denominado Te doy una canción, recogiendo los temas emitidos por la Televisión cubana del Concierto del Karl Marx del 25 de diciembre del 92. Este DVD pirata contiene las mismas fallas de sonido e imagen de la emisión original cubana al no estar producido profesionalmente para su edición oficial y legal. Su contenido es el siguiente: Instrumental, El Mayor, Pequeña serenata diurna, Hubo un país, Emilia, De la ausencia y de ti, Velia, La gota de rocío, Te doy una canción, Y Mariana, Monólogo y finalmente Quién fuera. Este tipo de edición a cargo de empresas estadounidenses aprovechan el bloqueo para tomar productos de la TV cubana y comercializarlos sin pagar un dólar por ello.

 

Pero hay que echar la vista atrás para encontrarnos con el primer video editado de Silvio y Diákara. Como he comentado, la presentación estelar del trabajo de Silvio con Diákara antes de exponerse fuera de Cuba se presentó el 8 de marzo de 1991 en el teatro Karl Marx en un concierto emitido por la televisión cubana y denominado Mi Trino. En este concierto que se inicia con un tema instrumental a cargo de Diákara, Silvio interpreta 19 temas, como ya quedó dicho, algunos de ellos inéditos. Como práctica habitual de la Egrem y la TV cubana, este programa se vendió para su emisión a varios países latinoamericanos, entre ellos a Televisión Española sin el conocimiento del trovador.

 

TVE emitió parte del concierto en 1992 con 12 de los 19 temas interpretados por Silvio: Tonada de la muerte, Hubo un país, Fábula de los tres hermanos, Y yo te di una flor, Variaciones sobre un viejo tema, El hombre extraño, Flores nocturnas, Quién fuera, Defectos, De la ausencia y de ti, Velia, Óleo de mujer con sombrero y La escalera. Posteriormente, ya en 1993, TVE edita un video comercial VHS de 90 minutos con el título Silvio Rodríguez-Venga la esperanza-El Concierto conteniendo 14 de los 20 temas emitidos por la TV cubana.

 

En el video se suprimen los 3 últimos temas emitidos por TVE y agregan Emilia, la Trilogía (La resurrección, Santiago de Chile, Venga la esperanza) y El Necio, quedándose sin emitir y sin editar los temas Acerca de los padres y Mira de la emisión cubana.

 

Portada del video VHS «Silvio Rodríguez-Venga la esperanza-El Concierto». © Archivo Alberto Montoya Alonso
Portada del video VHS «Silvio Rodríguez-Venga la esperanza-El Concierto».
© Archivo Alberto Montoya Alonso

 

Este video apenas tuvo promoción ni repercusión y tuvo que tener una tirada pequeña ya que apenas fue conocido ni comentado ni tenido en cuenta entre sus seguidores en España. La cinta contiene los mismos problemas técnicos de audio y video de la emisión cubana, como se indica en la carátula del mismo: "Este videocasete contiene la grabación del concierto en vivo y contiene partes técnicas sin editar, para no recortar ni alterar su contenido"…mentira pues recortaron y alteraron su contenido al no editarlo al completo tal como fue emitido en Cuba suprimiendo varias canciones.

 

La génesis del disco Con Diákara se gestó en México en 1991, donde dieron algunos conciertos y se presentaron en la TV mexicana de la de mano de Verónica Castro y su programa "La Movida". Y en la rueda de prensa de Noviembre del 92 en Santiago, Oscarito ya hablaba de la ilusión que tenían puesta en la grabación de este disco.

 

Pero dejemos que sea el propio Silvio quien lo cuente tal como ha dejado escrito en su web "El Zurrón del Trovador":

 

"Este álbum fue grabado en 1991, en los estudios del sello PolyGram de la Avda. Miguel Ángel de Quevedo —en Coyoacán—, México DF. Lo grabó el joven ingeniero Francisco Miranda, con la asistencia de Miguel Ángel Bárzagas, quien nos hacía el sonido en vivo. Llegamos allí algo cansados, con deseos de llegar a nuestros hogares, ya que acabábamos de terminar un periplo por ciudades aztecas. Fueron apenas tres o cuatro sesiones matutinas en las que alcanzamos a grabar 10 temas, gracias al entrenamiento de la gira. En una mañana puse 8 de las voces que aquí se escuchan. Las otras dos conseguí ponerlas veinte años después, en los estudios Ojalá de La Habana, cuando retomé este trabajo para al fin publicarlo.

 

Estos registros han pasado por muchas tribulaciones y han generado no pocas aventuras. Originalmente fueron grabados con reductores de sonido muy específicos, equipo que se conectaba a las grabadoras que se usaban entonces. En Cuba no existía esa tecnología y siempre que reproducíamos las cintas escuchábamos un desagradable gis en primer plano. Esto nos hizo ver la necesidad de buscar lo que nos faltaba para mezclar con la mayor calidad posible.

 

Un día nos hablaron de un flamante estudio, en otro país, que "tenía de todo". Nos pusimos en contacto, pero carecían del reductor de sonidos. Sin embargo, nos prometieron alquilarlo en un tercer país y que lo tendríamos cuando llegáramos. Entonces hablé con Chucho Valdés, que debía poner el piano en Venga la Esperanza, ya que estábamos usando su arreglo, y le propuse que viajara con nosotros a culminar la grabación.

 

Chucho, entusiasta, pospuso compromisos y se montó con nosotros en el avión que nos llevó a nuestro destino. Pero la alegría de nuestra llegada se desvaneció cuando en el estudio nos dijeron que aún no tenían el equipo prometido aunque lo esperaban para el día siguiente. Aquella conversación se repitió, idéntica, durante 10 días consecutivos hasta que, al onceno, ya sin recursos para continuar allí, tuvimos que regresar a Cuba con nuestras cintas de dos pulgadas sin tocar. Lo bueno de aquellos 11 días fueron las vacaciones que disfrutaron los grandes talentos que me acompañaron.

 

Desde mediados de los 80 yo venía proponiendo en Cuba la idea de construir estudios de grabación con tecnología punta. A fines de 1989 nos autorizaron a crear un fondo con ese propósito que fue inaugurado con los honorarios del memorable concierto en el Estadio Nacional de Chile de 1990. Después de concluir mi colaboración con Diákara, adquirimos una multipista de 24 canales y el escurridizo reductor de sonido. Como aún nuestros estudios eran un proyecto, prestamos ambos equipos a la EGREM, que los usó durante varios años.

 

Gracias a eso, en la calle San Miguel, en Centrohabana, logramos completar la grabación que habíamos comenzado en la avenida Miguel Ángel de Coyoacán.

 

La razón que durante 30 años me ha animado a volver una y otra vez a este trabajo ha sido su calidad musical. Diákara fue un grupo excepcional que en pocos meses consiguió una solidez y originalidad notables.

 

No hace mucho, gracias a Emilio Vega —exDiákara y aún cercano colaborador—, pusimos en los estudios Ojalá una formidable cuerda de metales y un par de clarinetes, lo que "humanizó" un sonido que originalmente se hacía con teclados.

 

Después de 30 años sin cejar en la realización de este proyecto, al fin lo puedo dedicar a la memoria del fundador de Diákara —uno de los más grandes bateristas que ha dado Cuba—: Oscarito Valdés (Jr.). A él, en su eternidad, agradezco el haberme invitado a inaugurar juntos esta rica experiencia.

 

Silvio Rodríguez Domínguez, La Habana, junio de 2021.

 

Silvio Rodríguez con Diákara en Portugalete (Bilbao 1991). © Archivo Alberto Montoya Alonso
Silvio Rodríguez con Diákara en Portugalete (Bilbao 1991).
© Archivo Alberto Montoya Alonso

 

Ficha Técnica de SILVIO RODRÍGUEZ CON DIÁKARA

 

Silvio Rodríguez: Autor de todas las canciones, guitarra española, voces y arreglos

Oscarito Valdés (Jr): Director, batería, arreglos.- Diego Valdés: Bajo eléctrico y arreglos

Emilio Vega: Teclados y arreglos.- Roberto Vizcaíno: Percusión

Ramón Valle: Piano.- Ahmed Barroso: Guitarra eléctrica y acústica

Niurka González: Clarinetes en El Güije.-Alexander Abreu: Trompeta

Roberto García: Trompeta.- Amaury Pérez: Trombón.- José Luis Hdez. : Saxo tenor.- Jorge Rivero: Oboe en Variaciones sobre un viejo tema

 

Participación especial de Chucho Valdés: Piano y arreglo en Venga la Esperanza

 

Grabación: Francisco Miranda (Polygram, Ciudad de México, 1991), Jerzy Belc (Egrem, La Habana, 1993) y Olimpia Calderón (Ojalá, La Habana 2008-2021).

Mezclas: Olimpia Calderón (Ojalá, La Habana, 2021)

Masterización: Miguel Ángel Bárzagas (La Habana, 2021)

Portada: Patricia Carrazana

Diseño: Mauricio Chávez







 
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