La trovadora cubana Liuba María Hevia lanzó ayer desde Madrid su última producción discográfica Para volverte a ver, el primer disco en ocho años con canciones nuevas y una revalidación de su capacidad para buscar y encontrar la belleza.
Para volverte a ver, la nueva producción discográfica de la compositora e intérprete cubana Liuba María Hevia, valida lo que ya se ha reconocido en su obra, y es la capacidad de diferenciar cada uno de sus discos.
Este es quizás el ejemplo más elocuente de una virtud que caracteriza su trabajo: la incursión por diversos géneros. Pero, además, en esta producción hay un acercamiento a ambientes electroacústicos y mayor presencia de las sonoridades caribeñas. Liuba vuelve a defender la utilización coral en muchos de sus temas y lo hace como es habitual con exquisito gusto. Los arreglos son inmejorables y los músicos que la acompañan de estatura mayor.
Sin embargo, lo más importante de esta producción son las refinadas, pero no por ello menos contagiosas melodías y la profundidad de las letras creadas por la autora.
Estamos ante una Liuba más intensa y madura, defensora de valores de gran calado como son el amor y la belleza. Esta última producción de Liuba marca un punto de inflexión en su carrera que la coloca sin lugar a dudas, en lo mejor de la tradición trovadoresca y cancionística cubana, pero también se vislumbra una mirada más universal.
Aunque, se manejaban otros títulos distintos para este álbum: Besos de café; Relámpago verde y Tatuaje en mi voz. Según cuenta la artista finalmente apareció "Para volverte a ver que es una canción muy noble, muy de confesiones, en medio de aquel momento abrupto de la pandemia. Es una de las primeras que escribí, encontrándome sola en mi casa con mi perro y en medio de situaciones extremas, incluso desde el punto de vista sentimental y creo que esa era la canción que correspondía, para nombrar todos los "hijos" que participan en esta casa, que es este disco…"
El álbum contiene quince canciones y en él han trabajado siete jóvenes arreglistas. Hasta el momento se habían editado como singles Valga que sé, valga que soy, en la que cuenta como invitada de excepción, con la diva de Buena Vista Social Club, Omara Portuondo; Cráter de luna y Ciudad de lágrimas.
Un trabajo coral muy cuidado a cargo de tres voces jóvenes. Ha contado con Javier Valladares en la grabación y la mezcla y masterización han corrido a cargo de Orestes Ávila. La portada del disco, ha sido obra de Lidia Morales sobre el diseño original de Marga Villaverde. La dirección y producción general ha corrido a cargo de la propia Liuba María Hevia.
Después de 50 años, sale a la luz la grabación de la actuación de Mercedes Sosa en el Town Hall de Manhattan, un testimonio único de su arte y compromiso y de la fuerza artística y política de La Negra. El disco aparece solo unas semanas después del lanzamiento de otro disco póstumo e imprescindible: En Vivo en el Gran Rex 2006.
Nano Stern y Luis Emilio Briceño presentan en Europa, En septiembre canta el gallo —ganador del festival In-Edit Chile—, un documental sobre la Nueva Canción Chilena, desde sus inicios hasta el golpe de estado de Pinochet; todo ello narrado a través de las voces de sus protagonistas y de imágenes, algunas de ellas inéditas hasta la fecha. Esto será hoy 2 de noviembre en el marco del festival In-Edit de Barcelona.
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