Pionero del folk celta en Galicia y figura esencial de la música popular, Emilio Cao HA muerto en Santiago de Compostela dejando un legado que marcó la apertura de la música gallega al ámbito internacional. Su disco Fonte do Araño cambió el rumbo de la tradición musical en Galicia.
El músico y compositor gallego Emilio Cao falleció a los 72 años en el Hospital Clínico de Santiago. Reconocido como uno de los pioneros del auge del folk gallego en la década de los setenta, su carrera estuvo marcada por una exploración constante de la tradición desde una mirada abierta, innovadora y profundamente personal.
En 2023, los Premios Martín Códax de la Música le otorgaron un galardón honorífico a su trayectoria, en reconocimiento a su papel fundamental en la proyección internacional de la música gallega. El premio fue recogido por su hijo, Mateo Cao.
Nacido en Compostela en 1952, Emilio Cao se inició muy joven en la música dentro del vibrante ambiente artístico de Santiago en los primeros años setenta. Participó en grupos como Brétema y N.H.U., y colaboró como músico de apoyo en Voces Ceibes, al que accedió de la mano de Benedicto. Aquellas primeras experiencias le ofrecieron un contacto con músicas muy diversas y una formación que pronto se proyectaría en un rumbo único.
En una de sus visitas al extranjero, adquirió en una tienda de segunda mano un arpa que se convertiría en su instrumento de vida. Aprendió a tocarla de manera autodidacta y supo integrarla de forma natural a la música gallega, convirtiéndose así en una figura singular del panorama musical. Su debut discográfico, Fonte do Araño (1977), grabado cuando tenía apenas 24 años, es considerado una obra clave de la música gallega. En este trabajo contó con colaboraciones como las de Xoán Piñón, Antón Seoane y Xosé Ferreiros.
Fonte do Araño fue mucho más que un disco: fue el punto de partida para la conexión de Galicia con los circuitos de música celta europeos. Cao se inspiró en la obra de Alan Stivell, a quien conoció en esos años, y en quien encontró un modelo posible para renovar la música tradicional desde una óptica contemporánea. El impacto fue inmediato: el disco catapultó a Cao como un referente de la nueva música folk y le dio a Galicia un lugar en el mapa de la música de raíz europea. Él mismo reconocía el vértigo de aquella época, señalando que se convirtió "en un héroe local demasiado pronto".
Le seguirían álbumes como Lenda da pedra do destiño (1979) y No manto da auga (1981), donde el sonido del arpa se consolidó como su sello distintivo. Fue en ese momento cuando Siniestro Total le dedicó una canción con los versos: "Yo quiero ser Emilio Cao / tocar el arpa en el Caurel / y ser tan guapo como él / y tocar con Alan Stivell". La relación con el grupo vigués fue más allá de lo anecdótico: Emilio Cao participó tocando la guitarra y realizando coros en grabaciones como Balada de Cachamuíña y María Pita y en su propio álbum Amiga Alba e Delgada (1986), marcando así una conexión inusual entre el folk y el rock gallego.
Emilio Cao se describía a sí mismo como un "arpista con alma de rock", lo cual refleja su actitud frente a la música: una apertura constante a nuevas influencias y lenguajes. En un texto escrito para un disco homenaje a Jackson Browne en 1998, Cao afirmaba: "En mi pequeño país del Atlántico, tocar con guitarras eléctricas en los años setenta era como entrar en un bar e insultar a la mujer del dueño. Motivo más que justificado para que te rompieran la cara".
Durante los años ochenta, se volcó a la composición de bandas sonoras para teatro, danza y audiovisual, sin dejar de publicar discos como Cartas Mariñas (1992) y Sinbad en Galicia (1996). En estos trabajos colaboró con poetas como Uxío Novoneyra, Rosalía de Castro, Manuel Antonio o Álvaro Cunqueiro, desarrollando una notable obra de musicalización de la poesía gallega. Su vinculación con la palabra escrita fue tan profunda que a menudo se le presentaba como un poeta, aunque él solía negarlo con humildad.
En las últimas décadas, Emilio Cao siguió actuando en toda Europa y colaborando con artistas como Fausto, Carlos Paredes y Vainica Doble.
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