En un emotivo encuentro con Amanda Jara, el cantautor cubano Silvio Rodríguez evocó los recuerdos de su amigo y colega chileno, en una jornada marcada por la memoria, la música y la historia compartida entre Cuba y Chile.
![]() Amanda Jara junto a Silvio Rodríguez.
© Constanza Yáñez|Fundación Víctor Jara
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El sábado 4 de octubre, en medio de su regreso a Chile tras siete años de ausencia, Silvio Rodríguez cruzó una puerta que no llevaba a un escenario, sino a la memoria. El trovador cubano, que por estos días realiza una serie de cuatro conciertos en el Movistar Arena, visitó la Fundación Víctor Jara, donde fue recibido por Amanda Jara, hija del cantautor chileno asesinado en 1973.
El encuentro fue íntimo, casi doméstico, pero cargado de historia. Silvio y Amanda conversaron durante largo rato sobre Víctor, sobre Cuba, sobre el tiempo y los viajes que a veces devuelven lo que parecía perdido. "Recuerdo que pasamos por tu casa cuando eras muy pequeña, allá por el 72 —le dijo Silvio—. Íbamos a buscar a tu padre para irnos a Valparaíso a tocar. Estaban ustedes dos, tú y tu hermana, afuera, salieron a despedirnos. Yo estaba enfermo de la garganta". Amanda sonrió con pudor: no lo recordaba, tenía apenas siete años entonces. "Es normal", respondió Silvio, comprensivo, como si hablara con una parte viva del pasado.
El encuentro fue más que una visita protocolar. Fue el retorno de un testigo a un lugar donde todavía resuena la historia. El músico recorrió los espacios de la fundación acompañado por su familia y por el equipo de la institución.
El lazo entre Silvio Rodríguez y Víctor Jara se remonta a 1972, cuando se conocieron en la Peña de los Parra. Chile fue el primer país latinoamericano que visitó el joven trovador cubano, invitado por Gladys Marín a un congreso de las Juventudes Comunistas, junto a Pablo Milanés y Noel Nicola. Allí coincidieron con Víctor, Isabel Parra y otros artistas de la Nueva Canción Chilena, en un contexto de efervescencia política y cultural que marcaría a toda una generación.
Ese año, Jara viajó a Cuba para participar en el Encuentro de Música Latinoamericana organizado por Casa de las Américas. Allí compartió escenario con músicos de todo el continente, entre ellos el propio Silvio Rodríguez, además del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, César Portillo de la Luz y Elena Burke. Aquella red de artistas comprometidos con la poesía y la justicia social estableció una hermandad artística que sobrevivió al paso del tiempo y a las dictaduras.
![]() Amanda Jara junto a Silvio Rodríguez, quien sostiene la guitarra de Víctor Jara.
© Constanza Yáñez|Fundación Víctor Jara
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Desde entonces, Silvio ha rendido homenaje en numerosas ocasiones a su amigo chileno. En 1990, en el masivo concierto del Estadio Nacional tras el retorno de la democracia, evocó su figura ante más de 80.000 personas. Y en su reciente recital del 29 de septiembre de 2025 volvió a hacerlo, interpretando Te recuerdo Amanda, la canción que Víctor escribió como una historia de amor y de dignidad. En una entrevista concedida en 2016 al programa Otra vuelta de tuerka, Rodríguez relató una de sus imágenes más persistentes: "La primera gorrita que vi entre los compañeros que nos esperaban en el aeropuerto de Pudahuel era la de Víctor. Y esto me ha pasado todas las veces que he vuelto a Chile: no verla me da angustia. Me he quedado con ese recuerdo de que cuando voy a Chile, me va a estar esperando la gorrita de Víctor".
Durante la visita, Amanda Jara le entregó varios obsequios en nombre de la Fundación: el libro Víctor, un canto inconcluso, escrito por Joan Jara, madre de Amanda; un vinilo de El derecho de vivir en paz; y un ejemplar inédito de Víctor Jara: 150 canciones y un poema, de Jorge Leiva. También le mostró la guitarra de su padre, que hoy se conserva como una pieza histórica. Silvio la contempló en silencio, la acarició con la mirada, pero se negó amablemente a tocarla. "Es una reliquia", murmuró con respeto.
El encuentro finalizó con una breve presentación del grupo Los Insobornables, que interpretó canciones de Víctor Jara y de Violeta Parra, cuyo 108º aniversario se conmemoraba ese mismo día. Silvio escuchó atentamente, aplaudió y compartió unos minutos con los músicos y el equipo de la Fundación.
![]() Silvio Rodríguez sostiene un ejemplar de «El derecho de vivir en paz» de Víctor Jara.
© Constanza Yáñez|Fundación Víctor Jara
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