Manuel García, uno de los máximos representantes de la canción de autor chilena, pasó por Barnasants para honrar la memoria de Víctor Jara. Su canto no fue para recordar su dolorosa muerte, sino para acercarnos al testamento que nos dejó a todos en vida.
Desde que en Diciembre pasado los restos de Víctor Jara tuvieran por fin honrosa sepultura se han sucedido los homenajes y actos de todo tipo en memoria de uno de los primeros y grandes trovadores del siglo XX. El Festival Barnasants, cuya sensibilidad para este tipo de cosas está más que demostrada, no quiso quedarse atrás y se sumó al homenaje contando con Manuel García, sin duda uno de los mas adecuados para hacerlo.
Manuel dividió el concierto en tres partes, yendo desde la época actual hasta retroceder en el tiempo hasta encontrarnos con Víctor.
Así pues empezó con Témpera y Cada segundo, siguiendo por El reino del tiempo, Pañuelí, Tarde, pasando por El viejo comunista y Lentes de Allende. Hasta ahí, para los que no conocían a Manuel debo decir que mostró no solo su enorme gusto y su cálida voz sino también que él también tiene mucho de poeta.
Siguió con una magnífica versión de Santiago de Chile de Silvio Rodríguez y La cueca de los poetas y Casamiento de negros de Violeta Parra, hasta llegar a Pablo Neruda, momento en que Manuel interpretó dos poemas preciosos: Amo el amor de los marineros y Exilio.
Recitando El lazo dio inicio la parte de Víctor Jara y siguió con El Arado, Paloma quiero contarte, Deja la vida volar, Angelita Huenumán, y Luchín, hasta que recitó El hombre extraño de Silvio como prólogo a una fantástica Te recuerdo Amanda.
La tercera parte fue el homenaje chileno-catalán a Víctor. Allí aparecieron Silvia y Diego Pedragosa que acompañaron a Manuel en Si se cayó una pestaña y otra canción más de la autoría de Silvia, muy bien interpretada por ella misma.
Con Los colores, Cangrejo Azul, la canción Joan dedicada a la viuda de Víctor, la inédita Piedra Negra y El cigarrito concluyó un concierto absolutamente poético, intenso, trovadoresco y cálido que nos hizo disfrutar a todos los que amamos este género de canción comprometida pero también llena de magia y poesía.
Víctor Jara canta Somos cinco mil, el poema que escribió durante su detención en el Estadio que ahora lleva su nombre, horas antes de su asesinato; todo esto gracias a una inteligencia artificial que ha intentado captar la esencia de su voz y de su obra.
Con motivo del 50 aniversario del golpe de estado fascista en Chile, Inti-Illimani acaba de presentar El país que soñamos, un registro audiovisual con cuatro canciones compuestas en los años setenta y revisitadas en los sitios de memoria del Estadio Nacional.
Notas legales
Servicios
• Contacto
• Cómo colaborar
• Criterios
• Estadísticas
• Publicidad
Síguenos