A pesar de que formalmente Barnasants 2010 terminó en Valencia el 28 de Marzo con un concierto de Oscar Briz, el punto final en la capital del Festival lo puso nuevamente uno de esos cubanos únicos: Santiago Feliú.
![]() Santiago Feliú
© Juan Miguel Morales
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El año pasado fue su hermano Vicente quien despedía la edición 2009 y ahora le tocó a “Santi” hacer lo propio en la Sala Luz de Gas, espacio que ha acogido muchos y muy buenos conciertos. No es casualidad que se dé esta coincidencia ya que es sabida la enorme importancia que han tenido los trovadores de la bella isla caribeña en la historia de la trova, no solo en Cuba sino en todo el mundo de habla hispánica.
De todos modos, si tomamos como referencia a los primeros grandes trovadores cubanos, de cuyo tronco han nacido otros importantísimos referentes para muchos cantautores nos daremos cuenta que los referentes están para eso… para tener un espejito donde mirarse, pero después de tantos años, ese espejo parece ya uno de esos que te da una imagen distorsionada de tu cuerpo cuando te miras en él.
No, no se trata tampoco de reírse de la nueva imagen, ni mucho menos. Todo eso lo estoy diciendo porque a pesar de que no andan muy separados en el tiempo Silvio Rodríguez y Pablo Milanés (por citar solo dos) de Santiago Feliú, queda claro que las influencias de éste último han sido otras y que aunque pesa mucho la tradición trovadoresca cubana, Santiago va algo más allá y nos ofrece otra cosa que no sé muy bien como catalogar.
Se presentaba aquí para mostrar su último trabajo Ay, la vida, y lo hizo acompañado de percusión a cargo de Xavi Turull de “Ojos de Brujo” y en el piano de Roberto Carcassés que ha participado en el último y muy nuevo trabajo de Silvio Rodríguez. Para el que esto escribe el nuevo formato es totalmente novedoso puesto que siempre había visto al menor de los Feliú con guitarra y voz (que no es poco) y con algunas incursiones en el piano. Ahora ha vestido sus canciones y a pesar de que a mí me apasiona la interpretación “a pelo” de Santiago, también es verdad que hasta a las muñecas se las viste y parece que quedan más bonitas. Eso mismo pasó con el repertorio con que nos obsequió. En algunas canciones (no todas) se notó un valor añadido a la canción original que le quedaba francamente bien: hablo por ejemplo de Mi mujer está muy sensible o En este barrio, canción con la que finalizó el concierto y que a pesar de que no es suya, merecería serlo por su fuerza y por el modo como Santiago la ejecuta.
Interpretó nueve de sus canciones nuevas y se sentó al piano, instrumento que dijo tocar de forma “decorosa” para cantar algunas de ellas. Yo creo que a su interpretación con las teclas se le podía aplicar un adjetivo más justo a la realidad. Lamentablemente presentó un CD nuevo que no está aun disponible de manera que ya andamos esperándolo como agua de Mayo.
A las canciones nuevas sumó otras de las viejas conocidas: Era, Iceberg, Sin Julieta, Búscame o Ansias del alba, terminando con la citada canción de Mezo Bigarrena, que me impresiona siempre que la escucho.
Si tengo que criticar negativamente algo de Santiago Feliú diré solo una cosa: no comprendo sus textos. Esa característica (mía o suya, no sé) no es nueva. Siempre me han parecido algo abstractas sus letras y ha llegado un momento que no pienso perder el tiempo en entenderlas. Me basta ver su interpretación, su modo de expresión, su virtuosismo transgresor con la guitarra, su forma de hacer, su fuerza huracanada y el modo de transmitir. Con eso sólo ya es suficiente para que uno se dé cuenta que Santiago es un tipo genial e irrepetible.
Además le vi más feliz que otras veces. No sé si el hecho de estar acompañado o algún otro aspecto de tipo personal que desconozco influyó para ver en él una sonrisa y un semblante más relajado y más próximo. Se permitió hacer bromas con sus colaboradores y hizo algo que no hace nadie: en uno de sus bises acabó interpretando lo que se le indicó desde el público: “no estaba prevista ésa pero también está buena”, dijo refiriéndose a Mickey y Mallory, y a continuación se volcó sobre su guitarra y se volvió a inundar la sala de su genialidad.
El Festival BarnaSants 2026 iniciará el 27 de enero, en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, su 31.ª edición con un concierto de homenaje al cantautor Lluís Llach, que conmemorará el 50.º aniversario de los míticos conciertos de enero de 1976. El espectáculo reproducirá, medio siglo después el repertorio original íntegro de aquellos conciertos con la participación de artistas como Manel Camp, Santi Arisa, Borja Penalba, Gemma Humet o Joan Reig, entre otros.
El esperado estreno de Dialecto de Pájaros, la obra que compuso Patricio Wang hace casi cuatro décadas, tuvo lugar finalmente el pasado 11 de noviembre de 2025 en el Teatro Municipal de Viña del Mar, como concierto de apertura del Festival Puente: Encuentro Interoceánico de las Culturas. Hablamos de su estreno, de su génesis y de lo que viene.

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