El cantautor Joan Manuel Serrat abandonó durante unos días su gira sobre Miguel Hernández para llevar Buenos Aires por el sueño de una región "más y mejor educada", al inaugurar este lunes el Congreso Iberoamericano de Educación.
Joan Manuel Serrat con Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de la República Argentina. Ambos inauguraron ayer el Congreso Iberoamericano de Educación.
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EFE - "Un cariñoso saludo, en especial a todos aquellos que desde su posición han de trabajar, desarrollar las ideas y proporcionar los medios para que este sueño, estas metas educativas, sean una realidad y podamos tener una Iberoamérica más y mejor educada, para así tener también unos hombres más libres y unas sociedades más competentes y cohesionadas".
Con estas palabras y Cantares abrió el catalán un concierto intimista en el que durante una hora y media intercaló algunos de sus clásicos con los temas de su último trabajo, Hijo de la luz y de la sombra, un disco en el que interpreta trece textos del poeta español Miguel Hernández para conmemorar el centenario de su nacimiento.
Muy hablador, como siempre, y acompañado al piano por su inseparable compañero de escenario, Ricard Miralles, Serrat se enfrentó esta noche en un terreno conocido, el teatro Gran Rex de la capital argentina, a un público diferente y atípico, compuesto en su mayoría por funcionarios, autoridades regionales y maestros de toda la región.
Pero la sobriedad que cabía esperar del recital brilló por su ausencia ante un público entusiasta y muy entregado, que llegó a sonrojar al cantautor ante repetidos gritos de "te amo", que le regalaron varias mujeres desde las gradas.
Guitarra en mano, Serrat cantó 16 temas, entre los que no faltaron algunos de sus grandes éxitos, como Penélope, Para la libertad, Muñeca rusa o Mediterráneo.
Interpretó además tres poemas de Miguel Hernández, dos del disco que presenta estos días en una gira por España y que le volverá a traer a Argentina en noviembre, Hijo de la luz y de la sombra y La palmera levantina, que completó con Nanas de la cebolla y nuevas palabras de admiración por el homenajeado, cuya "poesía ni el tiempo ni la muerte ha podido empequeñecer lo más mínimo", afirmó.
Dialogó con el público entre canción y canción, con lo que logró arrancar aplausos y carcajadas, brindó con cava, bromeó acerca de su edad al interpretar su reciclado Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys, e incluso recuperó el tradicional tema catalán La cançó del lladre.
Tampoco faltaron los bises, para los que reservó Esos locos bajitos y Hoy puede ser un gran día, con los que logró poner en pie a los cerca de 3.000 asistentes, que le despidieron con una gran ovación.
La cantautora catalana Lia Sampai, originaria de las Terres de l'Ebre, se encuentra en la antesala del lanzamiento de su tercer álbum de estudio Un Delta fràgil, previsto para el 18 de abril y del que acaba de presentar su segundo single.
La trovadora chilena Elizabeth Morris emerge una vez más con su nuevo trabajo, Los ojos del corazón, un álbum que refleja un proceso creativo de introspección y madurez artística.
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