Hoy se cumplen 68 años del nacimiento del Cantor del Pueblo, Alí Primera, y aunque “cada día se siente más su ausencia, lo sentimos vivos en nuestros corazones”.
Así se expresó la hermana del cantautor paraguanero, Mireya Padilla, desde la casa materna convertida hoy en museo, donde Alí se pasea aún, entre sus discos, su poesía, sus amigos y sus recuerdos.
“Todo lo que tú ves aquí son cosas que tenía nuestra madre Carmen Adela, nuestro vientre sonoro”, dice Mireya, directora de la Casa Museo Alí Primera.
Y es que todo lo que se respira allí, recuerda al cantautor nacido el 31 de octubre de 1942, para sembrar conciencia y justicia a través de sus canciones.
Cada año, decenas de personas de todo el país, llegan a la casa de Alí a cantarle el cumpleaños.
“Para nosotros es muy hermoso recibir todos los días gente que llega de todas partes y te abrazan y dicen: Esta es la sangre de Alí. Yo los recibo como hacía mi madre. La gente se emociona y hasta lloran por él. Eso es hermoso, cada día sentimos a Alí más vivo”.
Fue la madre de Alí, Carmen Adela, quien comenzó a cosechar las memorias del cantautor, cuya obra musical y ensayista fue declarada, por la Asamblea Nacional, patrimonio artístico y cultural de la República Bolivariana de Venezuela, en febrero del 2005.
“Mamá empezó con unos afiches y fotos que le traía Alí de conciertos y entrevistas que le hacían”.
Fueron tantas las cosas que recogió, que la casa se le hizo pequeña, y surgió la idea de construir un museo.
En el 2008 se inauguró la Casa Museo Alí Primera, en el municipio Los Taques, donde está su memoria grabada en fotografías, pinturas, poemas, canciones, libros, bibliografías, artesanías y cerámicas.
También fue su madre quien comenzó “con un cuadernito” el libro de registros que hoy lleva miles de firmas de las personas que han visitado su casa en los últimos 24 años.
“Ya llevamos cuatro libros de registro, y el primero fue el que firmó el presidente de la República Hugo Chávez”.
Alí Primera
Bautizado como Alí Rafael Primera Rosell por sus padres Antonio Primera y Carmen Adela Rossell, nació el 31 de octubre de 1942 en Paraguaná, estado Falcón.
Durante su adolescencia se desempeñó en varios oficios: desde limpiabotas a los seis años hasta boxeador, trabajos que no lo desanimaron a continuar sus estudios.
En 1960, en búsqueda de mejoras en su calidad de vida, él y su familia, se trasladan a Caracas donde se inscribe en el Liceo Caracas para completar su educación. En 1964, tras culminar el bachillerato ingresa a la Universidad Central de Venezuela (UCV), para estudiar química en la Facultad de Ciencias.
Durante su vida universitaria, en los patios de esta casa de estudios, inició su carrera como cantante y compositor, primero como una afición y paulatinamente, como una actividad a tiempo completo.
Sus primeras canciones, Humanidad y No basta rezar, presentada esta última en el Festival de la Canción de Protesta organizado por la Universidad de Los Andes (1967), lo proyectan como cantautor.
Entre 1969 y 1973 permanece en Europa gracias a una beca que le otorga en 1968 el Partido Comunista de Venezuela (PCV), para continuar sus estudios en Rumania.
En un estudio en Alemania graba su primer disco, titulado Gente de mi tierra. Las composiciones de Alí recogen el sufrimiento del pueblo desgastado por la pobreza y la desigualdad social, por lo que rápidamente cala en el sentir de la gente y se convierte en el “Cantor del Pueblo”.
Luego de militar en el PCV, colaboró en los inicios políticos de un nuevo partido denominado Movimiento al Socialismo (MAS), que acompañó y trabajó durante la primera campaña electoral de José Vicente Rangel en 1973.
En Barquisimeto conoce a su futura esposa, Sol Musset, la cual venía de ganar el concurso de La Voz Liceísta y se presentó en el Festival Los Venezolanos Primero en el año de 1977.
Además de las dos hijas que había procreado con Tarja Osenius en su viaje a Suecia, María Fernanda "Shimpi", hoy residente en Canadá, y María Angela "Marimba", tuvo cuatro hijos más con Musset: Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón.
Grabó 13 discos de larga duración y participó en numerosos festivales en toda América Latina. Entre las canciones más populares se encuentran Paraguaná, paraguanera, José Leonardo, Techos de cartón, Cruz Salmerón Acosta, Reverón, Flora y Ceferino, Canción mansa para un pueblo bravo y Sombrero azul, dedicada al pueblo salvadoreño.
Aún cuando su obra fue considerada dentro de la canción protesta, que prosperó en Venezuela entre 1970 y 1980, Primera insistió en denominarla siempre “Canción necesaria”.
Su muerte se produjo el 16 de febrero de 1985 en un accidente automovilístico, ocurrido en la autopista Valle-Coche de Caracas. Antes de su fallecimiento, Primera emprendió a finales de 1984 un nuevo proyecto discográfico en el que combinaría los temas presentes siempre en sus composiciones con ritmos que nunca había interpretado, entre ellos la gaita zuliana.
En febrero de 2005, la obra musical y ensayista del cantautor Alí Primera fue declarada patrimonio artístico y cultural de la República Bolivariana de Venezuela por la Asamblea Nacional.
La ciudad de Barcelona rinde tributo al cantautor Luis Eduardo Aute con una pieza artística instalada en la plaza Rovira i Trias del barrio de Gràcia, lugar donde el artista pasó parte de su infancia y al que dedicó una canción en 2010.
La cantautora colombiana presenta un nuevo trabajo grabado en vivo en un patio de San Telmo, como homenaje íntimo a la ciudad de Buenos Aires, donde interpretó cinco canciones en formato acústico junto a un trío de músicos.
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