Calle 13 presenta su nuevo disco «Entren los que quieran»

Desde que hace cinco años revolucionaron con su debut al género Urbano Latino, Calle 13 siempre le ha hablado a sus fans alto y claro.

Así fuera un desafío para convertirse en un delincuente callejero, un giro escandaloso en el tango del pecado, o un llamado a los oprimidos para pelear por sus derechos, el juego siempre era el mismo. Liberar las caderas y que la mente las siga.

Y a pesar de que el mensaje fue malinterpretado en algunas ocasiones, el nuevo álbum de Calle 13, Entren los que quieran, deja bien claro que los líderes René Pérez Joglar (Residente) y Eduardo José Cabra Martínez (Visitante) son adeptos a las grandes ligas.

“Calle 13 siempre ha invitado a todos, nunca ha sido excluyente”, afirma Residente, “por eso siempre mencionamos todo, lo católico y lo no católico, homosexual, heterosexual, Calle 13 incluye a todos. Este álbum sigue la misma lógica que Los de atrás vienen conmigo. Está para que todos puedan escucharlo”.

Calle 13, el dúo originario de Puerto Rico ganador de dos premios Grammy, 10 Grammy Latinos, 2 premios a la música latina Billboard y 1 premio MTV Latinoamericano, ha tenido un éxito enorme para una banda que nunca ha temido ofender al poder. Su popularidad yace en el hecho de que, a pesar de que sus mensajes son controversiales, sus fans pueden confiar en ellos.

Sin lugar a dudas, Entren los que quieran contiene mensajes muy fuertes. Su primer single, Calma pueblo, con la participación del furioso guitarrista de Mars Volta, Omar Rodríguez, es un torrente de protestas sobre la ira, la desilusión y las ansias por una libertad personal. El video, que ya le ha dado el título a varias notas, con la actuación de un tumulto de actores desnudos correteando por los rascacielos del centro comercial de Puerto Rico, podría convertirse en unas de las declaraciones más desafiantes de Calle 13 al momento.

Residente afirma que “es un llamado a despertarse. Quiere decir que tiren todo. Sé que hay momentos en que uno no puede soltar todo, pero se trata de al menos tener el espíritu de poder dejar todo de golpe y darle una oportunidad a otras cosas que también son importantes”.

Latino América, con la participación de las voces de las diosas latinas María Rita (de Brasil), Susana Baca (de Perú) y Totó La Momposina (de Colombia), es la afirmación más lírica de Calle 13 de una unidad cultural. El nuevo single, Vamos a portarnos mal es un llamado metafórico para que la juventud latina se revolucione, con el deseo de que el mal comportamiento pueda dar vuelta un mundo decepcionante.

La salvaje mezcla ecléctica de los géneros latinoamericanos y los ritmos que Visitante ha fundado a través de los cinco años de carrera de la banda, también está fuertemente presente en Entren los que quieran.

“En Latino América aparece un ritmo sincopado y andino similar al que ya utilizaron en el tema Llega a mi guarida, del disco Residente o Visitante, pero con un sonido más cercano al folklore argentino de montaña”, tal como lo afirma Residente. El legendario productor de música latina alternativa Gustavo Santaolalla también participa del track, tocando instrumentos folklóricos. Vamos a portarnos mal es un meregue con un poco de música ska de antaño, que se utilizó para que todos poguearan desde Jamaica hasta Londres, pasando por México.

De cierta manera, Residente está más entusiasmado con Entren los que quieran, porque siente la madurez del álbum. “Se puede sentir que hay una banda ahí, detrás de Calle 13”, dice Residente. “Las influencias musicales pueden sentirse más, el trayecto puede sentirse más”. Las giras constantes con la banda de 11 personas que respalda a Residente y Visitante (así como también a su hermana PG-13), ha creado un nivel de familiaridad que se traduce en una base creativa muy sólida.

“No tenemos miedo de incluir instrumentos sonando en vivo en el álbum”, dice Residente. “Una vez que trabajas con tantos músicos tocando en vivo, trabajar con cosas electrónicas y grabadas se hace difícil, se sienten vacíos”.

Visitante, el hermano de Residente con quién compartió la misma existencia semi-urbana que le dio forma a la visión del mundo de Calle 13, discretamente ha crecido hasta convertirse en uno de los compositores y expertos en ritmos más vitales de la música latina actual. Estudió en el Conservatorio de Música y en la Escuela Manolo Acosta, donde aprendió a tocar el saxófono y la flauta. Es un guitarrista clásico autodidacta, pero también ha utilizado nuevas tecnologías musicales para empuñar una paleta creativa que le permite fusionar el rock y el hip hop con una amplia selección de géneros tradicionales que la banda ha absorbido de sus viajes a través de Latinoamérica.

Por suerte, según afirma Residente, la banda ya no tiene que lidiar con una de las controversias que marcó sus primeros tiempos de carrera: ¿eran o no una banda de reggaetón? A pesar de que siempre tuvieron temas que reflejaban la pasión del grupo por el ritmo de bailes sexies que explotaba cuanto aparecieron en escena en el año 2005, nunca se trató sólo de eso.

El crecimiento lírico y musical de Residente y Visitante es un legado de su trascendencia del mundo del reggaetón. Y aparte, han encontrado la paz con las mayores figuras del género.

“Más que nada, soy urbano”, dice Residente. “Yo quería ser respetado dentro del estilo musical urbano. Pero ahora ya no es necesario. Me siguen en Twitter y me hablan, y está bien. Hay problemas mucho más graves que estar peleando sobre esas cosas”.