Aguerrida, honesta y luchadora, así es la Violeta Parra que el cineasta chileno Andrés Wood ha dibujado en "Violeta se fue a los cielos", una película que relata, de forma poética y con gran libertad, la intensa biografía de una de las artistas claves de la música popular chilena.
El nuevo film de Wood, galardonado por sus anteriores cintas La Buena vida y Machuca, repasa la vida de Violeta Parra, desde cuando aprendió de niña a tocar guitarra viendo a su padre, pasando por sus múltiples viajes al extranjero para mostrar la cultura chilena al mundo.
Aborda su intensa creación artística en la que bordó, pintó y creó múltiples piezas, hasta cuando sintió que su amor la había abandonado decidió suicidarse.
Con una estructura llena de saltos y una peculiar narración marcada por la muerte, las canciones y los primeros planos de la artista, el director construye un retrato "sobre todo emocional", adaptando de forma libre el libro homónimo escrito por el hijo de Violeta, Ángel Parra, sobre la vida de su madre.
El largometraje, protagonizado por la actriz Francisca Gavilán —que logra un gran parecido con la cantante—, está concebido como un "viaje emocional" por las distintas etapas de la vida de la artista, desde la pobreza de una infancia cargada de música, hasta su búsqueda, guitarra al hombro, de las raíces del canto popular chileno.
"La película nace a partir de la admiración. Con Violeta el primer acercamiento tuvo que ver con esa admiración. En ese sentido la película es un homenaje", señaló hoy Wood, durante la presentación a la prensa del filme.
"Violeta era pura vida, pura contradicción, parte de esa admiración tiene que ver con ese ser humano que convive al lado del genio", agregó el director, respecto de la creadora de "himnos" populares como Gracias a la vida, Maldigo del alto cielo y Volver a los diecisiete, entre otros.
"Violeta tiene mil entradas y salidas", dijo Wood en rueda de prensa sobre una película que, según reconoce, fue modificándose a medida que se gestaba, moldeada por las dificultades del rodaje y las complejidades de la propia Violeta, que era "pura vida y contradicción".
Wood decidió quedarse con una parte de la polifacética artista, dejando atrás, por ejemplo, la relación que tuvo con los grandes artífices de la cultura chilena, como Pablo Neruda, Roberto Matta, Víctor Jara o Alejandro Jodorowski, como él cita.
Según el director, "la película iba expulsando y chupando cosas. Es un viaje mucho más emocional", que sí recoge la intensa vida de la cantante, poetisa y bordadora chilena, sus éxitos en el exterior, su determinación para salvar el patrimonio cultural del país, y sus inspiradoras y frustradas relaciones amorosas, que terminaron por destruirla.
Artista integral, multicolor, Violeta no se dedicó únicamente a la música, sino también a la pintura y al tejido, llegando a ser la primera mujer latinoamericana en exponer sus obras en el Museo Louvre de París.
Por ello, para interpretar a la artista, para transmitir la potencia y sensibilidad de su canto, la actriz Francisca Gavilán se preparó a conciencia, recibiendo clases de guitarra, de cuatro venezolano, y leyendo y observando todo el material alusivo a la cantante. "Un material que es infinito", dijo la intérprete.
"Ella fue una mujer valiente, una gran madre, cariñosa, con un humor exquisito, con la capacidad de escribir cosas que todavía nos hacen ruido, muy trabajadora, como muchas mujeres chilenas que con el marido o sin él cuidan de los niños... muy enamorada", opinó la actriz.
Asumiendo el papel con responsabilidad, por la relevancia histórica del personaje, pero también sin prejuicios ni barreras, Gavilán confesó sentirse "libre" en su interpretación de Violeta, porque, apostilló, se trataba de confeccionar la Violeta que ella y Wood imaginaban.
Una libertad que nace del texto homónimo de Ángel Parra, en el que está basado el filme, y que recorre, con varias líneas temporales, tanto los desamores de Violeta —con especial protagonismo de su amor más tortuoso, el del suizo Gilbert Favre "El Afuerino"—, como su proyecto musical más querido, el de la carpa de conciertos de La Reina.
"Esta película, con la estructura que tiene, todo es posible. Encontrar el viaje emocional fue muy complejo porque también hay una apuesta racional. Es una película fragmentada, episódica, en la que se interpreta un mundo interior que te exige pensar y decir donde estás a cada rato", confesó Wood.
Violeta se fue a los cielos, que ha sido realizada por Wood Producciones, Maíz Producciones y BossaNova, se estrenará comercialmente el próximo 11 de agosto en Chile. Además, la obra también contará con una nueva versión de 3 capítulos para televisión.
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