Henry Fariña culpa al costarricense Alejandro Jiménez de ordenar el atentado que mató a Facundo Cabral

Henry Fariña.

AFP - Henry Fariña, quien era supuestamente el blanco del ataque en que murió Facundo Cabral el 9 de julio, declaró como testigo en una videoconferencia el lunes en la tarde ante el Juzgado Quinto Penal, pues permanece bajo protección porque se teme por su vida.

El nicaragüense atribuyó el ataque a su negativa a vender a Jiménez sus centros nocturnos "Élite" en Costa Rica y Nicaragua, y dijo que había recibido amenazas de muerte del costarricense.

"Las negociaciones empezaron en Managua y hubo otras en Guatemala", dijo el empresario nicaragüense sobre la propuesta de Jiménez de comprarle sus clubes.

Cabral, de 74 años, murió en la capital de Guatemala en una emboscada contra el vehículo en que viajaba, conducido por Fariña, mientras iba del hotel al aeropuerto tras haber ofrecido dos conciertos en el país.

Por este crimen están detenidos Juan Hernández Sánchez, Elgin Enrique Vargas Hernández y Wilfred Allan Stokes Arnold, quienes fueron captados por cámaras de video merodeando en el hotel del artista.

Fariña entregó su testimonio casi un mes después de que fuera programada la audiencia, que fue suspendida por un error administrativo.

Vargas Hernández, convertido en testigo protegido, declaró que Jiménez le ordenó asesinar al empresario nicaragüense, pero por asuntos relacionados con drogas.

"Jiménez planificó la muerte del empresario (Fariña) cuatro meses atrás", declaró Vargas.