Feliu Ventura: Mejorando el mundo con sus canciones

Una línea invisible separa las simples canciones de las canciones con alma, las segundas acaban dejando un poso en el oyente, música y letra, la melodía y el mensaje tienen un don especial que hace que la canción llegue, que quede, la expresión, la intención, cierta magia inexplicable marca también la diferencia entre un autor y un gran autor, Feliu Ventura pertenece a esta segunda categoría, un autor esencial, imprescindible, una de las voces más interesantes de su generación.

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Música i lletra
(Feliu Ventura) [2011]

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Nacido en Xàtiva (Valencia) en 1976, al igual que Raimon, el gran referente de la cançó, creció siguiendo la estela del inolvidable Ovidi Montllor, quien precisamente el pasado 4 de febrero hubiera cumplido 70 años, tomó la mano amiga y maestra de Lluís Llach, el camino estaba por hacer cuando grabó en 2005 con Llach pero ya se intuía de lo más interesante y poco a poco ha ido madurando en su camino musical y poético.

Reconozco que no había visto antes en concierto a Feliu Ventura y la verdad no sé en que estaba pensando, en ocasiones es fruto de las casualidades que un autor se cruce en nuestro camino, aunque lo sigo en discos desde 2005, el disco que ahora presenta: Música i lletra (Propaganda pel fet, 2011) es ya su sexto disco y me encantó ya en la primera escucha, ha sido publicado cinco años después de su Alfabets de futur, así que después de escuchar lo último sentí la necesidad de acercarme a verlo en directo.

No por casualidad en 2005 Lluís Llach compartió disco con Feliu Ventura (Que no s’apague la llum), muy simbólico gesto de apoyo artístico, orientativo respecto de su potencial, el autor ya reconocido y casi en retirada pasaba el relevo a este músico de la generación emergente en la canción, un cantautor que se muestra tan intenso en sus canciones personales y más intimistas como profundo en sus reivindicaciones más sociales, lingüísticas y políticas.

En 2012 y ya con una trayectoria más consolidada, nos encontramos con este Música i lletra, un disco maduro, a mi entender en conjunto uno de los mejores discos de 2011 que he podido escuchar en lengua catalana, contiene algunos temas realmente emocionantes, que sencillamente ayudan a mejorar el mundo, otros muestran algunas ideas para ayudar a cambiarlo, buena falta hace. Son canciones bien resueltas, esenciales con melodías hermosas, poéticas, con una voz clara y sin concesiones, en lucha por cambiar la realidad.

En los tiempos que corren y parece que cada semana que pasa las noticias superan a las anteriores no hay duda de que son cambios muy profundos y esenciales los que hay que acometer para detener esta espiral que nos lleva de cabeza al abismo, hay mucho por lo que luchar y la canción acompaña en ese camino, mucho que cambiar y mucho por lo que protestar, quizá con más motivos que nunca para potenciar la histórica canción protesta adaptada a la actualidad, la obra de Feliu Ventura va en ese camino desde su personal punto de vista.

Feliu Ventura en la presentación de «Música i lletra» en el Auditori de Barcelona el pasado 15 de octubre de 2011. © Xavier Pintanel

Música i lletra es un conjunto de canciones para escuchar en profundidad, desnudándolas una y otra vez sin prisas para reconocer la intención última del autor, para descubrir la poesía de cada tema, de esperanzas y utopías, por defender una lengua, de los deseos por avanzar, de ir más allá, con extrema sensibilidad en algunos casos, con sed y fuerza de juventud, con la sátira, con valentía y compromiso, sirviéndose de la poesía en esencia y de la música de calidad, al tiempo con calidez y energía, así son las nuevas canciones de Feliu Ventura en Música i lletra.

En su concierto de Valldoreix estuvo muy bien acompañado por Borja Penalba a las guitarras y por Sara Chordà al violonchelo, buen sonido, Ventura repasó buena parte del disco y lo combinó con algunos viejos temas (Recorda respirar, El que diuen els arbres, No sé què sent, Si ens queda la cançó, Habitar-te, Prometença), tomen ejemplo de los precios de crisis, 5 euros la entrada al concierto, así se promociona que el espectador no abandone la música ni a los músicos, una buena entrada para una fría noche de febrero en la comarca del Vallès, con un público joven que muestra que la canción de autor tiene su público si se acerca a la vida y a los intereses, inquietudes y problemas del que escucha.

Abrió la noche con su reivindicativa País de carretera, dice: La victòria està en no regalar-se a un amo Ni rendir-se a l'opressor... (La victoria está en no regalarse a un amo ni rendirse al opresor), le siguió la historia de amor entre dos mujeres Recorda respirar incluida en su disco Barricades de paper (2003). En sus conciertos, Feliu Ventura acerca las canciones con alguna referencia previa lo que didácticamente introduce el tema al espectador.

El nuevo disco es magnífico y hay varios temas que me roban el corazón especialmente, pero no los revelaré, que cada cuál elija los suyos o tal vez todos. En Els guants de la metáfora  el cantautor muestra su perfil profundamente  realista y contrario a que sus canciones sean guía de nadie ni de nada, en contra también de la música como negocio. En el mismo día en que al señor Camps, dimitido presidente de la Comunidad Valenciana, le dieran el doctorado cum laude en Derecho en la Universidad de Elche con su tesis “Propuestas para la reforma del sistema electoral”, Ventura le cantaba con más ironía que nunca El nus de la corbata, un nudo travieso lazado con valentía. Recordó después a su abuelo agricultor en El que diuen els arbres, un canto al amor por la tierra, comentó además que mientras el superministro De Guindos anunciaba una reforma laboral muy severa un labrador se inmolaba al perder el trabajo...   

En Història d’un sofà, el tema que abre el nuevo disco, el cantautor revuelve entre los recuerdos de su infancia en Xàtiva, una composición muy bella y poética como en aquella estrofa que dice: Em ve el perfum d'una vesprada a l'albereda i el sorollet dels teuladins a l'estació: fotografíes que he guardat als embalatges arraconats dintre de l'eco del pis buit. (Me llega el perfume de un atardecer en la alameda y el canto de los gorriones en la estación: fotografías que he guardado en los embalajes arrinconados en el eco del piso vacío), teuladí (gorrión) me parece una de las palabras más hermosas en valenciano.

Ventura introdujo Història d’un sofà recitando un poema del poeta valenciano Vicent Andrés Estellés, correspondiente a su poemario Xàtiva, un homenaje al poeta siguiendo los pasos de Ovidi diciendo su Coral Romput. Antes de cantar No sé què sent, tema que dedicó a los familiares del joven asesinado en 1993 Guillem Agulló, hizo referencia a la reciente condena al exjuez Garzón, y también memoria para recordar las torturas a independentistas catalanes detenidos en 1992 por su orden tras la conocida como Operación Garzón.

Con la canción Present, Feliu Ventura confesó que la escribió pero realmente le hubiera gustado componer Regalo nº 1, obra del cubano Augusto Blanca, en Present habla del legado que dejamos a la próxima generación, nuestro regalo para ellos. Con Si ens queda la cançó canta a la unidad de la lengua catalana: No es poden apagar les ones si ens queda la cançó per fer-nos poble. La nostra llengua és el nostre transport. (No se pueden apagar las olas si nos queda la canción para hacernos pueblo. Nuestra lengua es nuestro transporte).

De Finalment Ventura comentó  que la escribió como continuación de Que no s’apague la llum, también comentó que en el instante en el que un presidente del gobierno dice a los periodistas en una rueda de prensa que no se admiten preguntas se acaba la democracia, no le falta razón. Siguió con la bellísima Lluna de safrà que continua la historia El pes d’un somriure de su disco Alfabets de futur (2006), sobre los refugiados saharauis y de su compromiso personal con ese pueblo oprimido. Siguió con la fuerza reivindicativa de la contundente Torn de preguntes, que cierra con la frase  No coneixeu el sud que crema per guiar el nord! (¡No conocéis el sur que quema por guiar al norte!), y finalmente se despedía con su clásico Habitar-te en el que  poéticamente habla de la provisionalidad de todas las cosas, de las relaciones, de las situaciones, la misma provisionalidad de todos en este planeta.

Pero el público insistió y Feliu Ventura y sus músicos volvieron en los bises con Prometença, una promesa de amor a la tierra a la que puso música en su primer disco en 1996 y que es la única que salva de su ópera prima, un poema de Joan Salvat-Papasseit, poeta barcelonés que también apreció Ovidi Montllor. A continuación ofreció Ales curtes, de su disco Alfabets de futur, realidad y presente de muchos jóvenes en la desesperante situación económica y de incierta perspectiva vital actual, pero escrita ya en 2006. Cerró definitivamente con Adéu, un tema que me parece muy bello y que cierra también el disco Música i lletra, aunque canciones de adiós no faltan en la historia (ver algunas), este sencillo y emotivo Adéu de Feliu Ventura es una canción de despedida que sería ideal para un funeral, aunque deseamos que la vida nos de un camino bien largo.        

En estos momentos resuenan como un trueno las palabras de su canción Que no s’apague la llum: És humil el meu cant però hi ha moltes veus que reclamen a crits que les escolten. Vivim, vivim somniant, empeny fins que algun dia siga realitat. (Es humilde mi canto pero hay muchas voces que reclaman a gritos que las escuchen. Vivamos, vivamos soñando, empuja hasta que un día sea realidad).

Repetiremos con Feliu Ventura. Buen camino, buena suerte y a seguir entre todos cambiando y mejorando el mundo, también con las canciones es posible.

Música i lletra

Voz: Feliu Ventura. Guitarras: Borja Penalba. Violonchelo: Sara Chordà. Nau de Cultura de Valldoreix. Sant Cugat del Vallès (Barcelona). 10 de febrero de 2012.

Repertorio: País de carretera,Recorda respirar, Els guants de la metàfora, El nus de la corbata, El que diuen els arbres, Història d’un sofà, No sé què sent, Present, Si ens queda la cançó, Finalment,Lluna de safrà, Torn de preguntes, Habitar-te. Bises:Prometença, Ales curtes,Adéu.