Coincidiendo con el 15º aniversario de la muerte de la gran trovadora mexicana Amparo Ochoa, su hija le rinde homenaje sobre los escenarios
La música tradicional, el folklore mexicano y la celebración del Día Internacional de la Mujer fueron tres de los grandes alicientes del concierto de María Inés Ochoa en el BarnaSants. Aun así, los más importantes, fueron su extraordinaria voz y su capacidad para expresar —y comunicar— las emociones que aguardan escondidas detrás de cada acorde y de cada palabra.
El repertorio estuvo integrado por temas de su primer CD, “Identidades”, del segundo “El rostro de mi pueblo” y algunas de las composiciones suyas que formarán parte de su próximo proyecto. La mexicana, la obra de la que refleja una gran sensibilidad por los humildes y los oprimidos, dio una especial relevancia a los temas en los que la mujer tiene un papel protagonista.
María Inés Ochoa crece en un ámbito de creadores y artistas gracias a sus padres, el cineasta Jorge Amézquita y la reconocida e inolvidable cantante Amparo Ochoa. Aprende desde pequeña a dominar los escenarios y durante seis años estudia ballet. Su primera presentación en público tiene lugar a los catorce años en Culiacán, Sinaloa, donde estudió durante ocho años. Participa en diversos concursos de la canción juvenil con un rotundo éxito y decide abrirse paso en su carrera como cantante desde el 2001, año en que decide echar raíces en la ciudad de México. Desde ese momento y bajo las difíciles circunstancias que atraviesan los artistas independientes, demuestra constancia, disciplina y entrega por la cultura de la música tradicional mexicana.
En 2006 graba su primer CD, “Identidades”, acompañada por el grupo Zahzil. Un público muy entusiasta empieza a reconocerla, recibiendo invitaciones a programas de radio y televisión y participando en diferentes producciones. En 2007 realiza su primera presentación en el continente europeo y gracias a la respuesta del público, prepara su primera gira al viejo continente con estancias en Portugal, Holanda, España e Italia.
En 2008 graba su segundo CD, “El rostro de mi pueblo en Santiago de Chile”. Acepta la invitación de conducir un documental producido por la televisión japonesa dedicado a la canción latinoamericana grabado en Chile y Argentina, donde junto a Mercedes Sosa interpreta Gracias a la vida. Ha sido invitada a cantar en prestigiosos festivales y diferentes escenarios de México, Chile, Cuba, El Salvador y Portugal, lo que le ha permitido compartir con artistas de renombre internacional.
Este concierto forma parte de la gira internacional de homenaje a Amparo Ochoa, a través de la Fundación Voces Con Libertad AC que se celebrará en Chile, El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua y México. La iniciativa coincide con el quince aniversario de la muerte de Amparo Ochoa y recrea su figura como símbolo de la lucha por la equidad, justicia y solidaridad latinoamericana. No fue entonces casual que la pieza escogida para terminar el concierto fuera “La maldición de Malinche” de Gabino Palomares, que tanto popularizó su madre.
El trovador chileno Nano Stern se encuentra actualmente en Europa. Este sábado actúa en Barcelona y el domingo en Madrid en donde estrenará sus nuevo disco Nano Stern canta a Víctor Jara (2023) y presentará Aún creo en la belleza (2022). Sin embargo hoy hablaremos con él de un extraordinario disco que lanzó el año pasado con Gina Allende —bajo el nombre de Ensamble La Misola—y que pasó injustamente desapercibido: Más vale trocar. Canciones de la España renacentista.
Víctor Casaus dice vivir en una constante contradicción. Por una parte su obra personal como creador —poesía, cine, testimonio— y por otra, esa absorbente e imprescindible labor como gestor cultural por la que es constantemente requerido. Ambas necesarias, ambas destacadas, pero a veces incompatibles porque "hay más tiempo que vida".
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