Los valencianos Feliu Ventura y Borja Penalba, protagonistas de la velada ofrecida el pasado viernes en la sala Experimental de Malvín, se sintieron abrumados por la respuesta y la actitud sumamente participativa de la gente que asistió a su recital, según confesaban una vez finalizado el recital.
![]() Feliu Ventura acompañado a la guitarra por Borja Penalba.
© Josep Maria Hernández Ripoll
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Los vínculos entre artista y público que se crean en los conciertos programados en la I Muestra de Cultura Catalana en Uruguay, se multiplican en cada entrega.
Una sala que invita al intimismo, al contacto, cómo es el caso de la de Malvín, era el escenario idóneo para que Feliu Ventura destapara el tarro de les esencias líricas en un concierto en el que hubo momentos poéticos marcados por canciones cómo Lluna de safrà, dedicada al pueblo saharaui; con momentos más distendidos cómo cuando cantó El nus de la corbata, con mensaje implícito a los políticos corruptos.
Feliu Ventura, acompañado a la guitarra acústica por un excelente Borja Penalba, repasó la práctica totalidad de las piezas que componen su último trabajo, Música i lletra, que ha significado su retorno a la actualidad tras años de silencio discográfico.
A reclamo de alguien del público, el cantautor de Xàtiva aceptó interpretar Que no s’apague la llum, canción que en su día compartió con Lluís Llach. Eso fue en un largo bis en el que también repasó una de sus primeras canciones, Prometença, sobre versos del poeta Joan Salvat-Papasseit.
Como regalo a las ovaciones, Feliu Ventura sorprendió a los presentes con una versión en lengua catalana de A desalambrar, una de las canciones más populares de Daniel Viglietti. La despedida, cómo no, fue con el tema titulado Adéu.
El trovador cubano Silvio Rodríguez dará inicio a su próxima gira latinoamericana con una presentación pública y gratuita en la escalinata de la Universidad de La Habana, el 19 de septiembre a las 19:00. El histórico enclave volverá a convertirse en escenario de la Nueva Trova, en un evento que marcará el punto de partida de una serie de conciertos por cinco países de América del Sur.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.
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