Sara González nos regala sus «Cantos de mujer»

Por Estrella Díaz para La Jiribilla

© Alain Gutiérrez

De los 13 temas que se incluyen, 12 fueron hechos por el maestro Pucho López, también en el piano y los teclados; la dirección musical, grabación, mezcla y masterización (y el arreglo del tema 9, “Quizá un bolero”) fueron de Lucía Huergo; Pancho Amat, a manera de cortesía, prestó su guitarra-tres, mientras que Martha Valdés redactó las notas discográficas.

 

Igualmente Diana Balboa —reconocida artista plástica y quien en los últimos años se ha cobijado en el tema de la música como motivo recurrente de su quehacer—, volvió a ceder su obra para que Eduardo Moltó, uno de los creadores más atrevidos del contexto actual, diera continuidad y coherencia entre la imagen y los sonidos.

 

Así, entre imagen, sonido y feliz, anda por estos días Sara a quien visité recientemente; llegaba de un ensayo (Cantos de mujer Vol. II será presentado con un concierto este domingo 12 de abril, a las 5 de la tarde, en el cine/teatro Astral), y me recibió “cansada, pero contenta” y comenzamos esta conversación.

 

¿Cual es el objetivo de Cantos de mujer?

 

Precisamente, para tener un objetivo es que hice este trabajo. Uno, casi siempre, desarrolla un repertorio, se lo aprende durante un período equis y cuando tiene suficiente material, arma el disco y lo graba.

 

Estos discos se convierten en recopilaciones del trabajo de uno y eso me parece muy lógico, pero el no tener un motivo específico no me inspiraba. Durante unas vacaciones, conversé largamente con Martha Valdés sobre mi falta de motivación, y esa señora (amiga y genial músico) me dijo: “Cuando se repasan las antologías de canciones de compositores cubanos del siglo XX, siempre aparecen entre 50 y 80 hombres y, si acaso, una mujer. Aquí, en Cuba, en todas las épocas hemos tenido muchas mujeres que han sido excelentes compositoras y que sus canciones se han convertido en antológicas, ¿por qué no hacemos eso?, ¿por qué no empezamos a grabar un disco en que cantes temas de mujeres de todos los tiempos?”

 

Así nació el primer disco Cantos de mujer Vol. I en el que estaban María Teresa Vera, Isolina Carrillo, Tania Castellanos, Margarita Lecuona, Martha Valdés, Teresita Fernández y muchas trovadoras como Liuba María Hevia, Heidi Igualada, Martha Campos, Yusa y Lázara Rivadavia, entre otras.

 

Ese disco, creo, fue bastante plural, pero en medio de toda esa búsqueda de canciones fueron apareciendo más y más; cuando te pones a hacer investigaciones serias surgen cosas y más cosas y llegó el momento en que tuvimos que parar, pero se nos quedó un grupo fuera. Para ser el primero, con carácter de antología, tenía canciones memorables e importantes y nos dimos cuenta de que se podía hacer un volumen II. Regresamos al principio, es decir, retomamos el criterio de selección y volvimos a empezar.

 

Esa es la historia, la génesis y la idea. Veremos si funciona y si tiene interés para el público.

 

¿Qué diferencia de años hay entre el Vol. I y el Vol. II?

 

Como cuatro años, más o menos. Retomamos la idea, analizamos lo que nos había quedado e iniciamos la búsqueda de otras compositoras.

 

Este Vol. II, creo, tiene más variedad desde el punto de vista de género; el Vol. I incluía a muchas trovadoras de, más o menos, una misma generación y, quizá, por eso tienen características similares a la hora de enfrentar la obra. De ahí que afirme que la variedad fue un poco limitada.

 

En cambio en el Volumen II, hay mucha más pluralidad de estilos. Por ejemplo, están Celina González, Beatriz Márquez, Alina Torres, María A. Gómez con un bolero moruno de la época victrolera; están las canciones de una trovadora buenísima pero poco conocida que se llama Niuska Miniet.

 

También Yamira Díaz, trovadora de Pinar del Río, que es una excelente compositora; Lourdes Torres —como compositora— y ese trabajo se logró acoplar gracias a la musicalización y los arreglos de Pucho, quien está considerado un grande de la música cubana y un hombre que ha tocado todo y es poseedor de una gran experiencia. Pucho sabe tomar de los compositores la idea y su esencia y hacer un sonido contemporáneo, actual.

 

Creo que el mayor logro está en que se ha respetado el espíritu que cada una de esas mujeres pusieron y eso se materializó gracias a los arreglos.

 

Concebir este disco cuesta mucho porque te obliga a trabajar, conocer, estudiar e investigar. Creo que un artista debía proponerse, seriamente, todas esas cosas. En la medida en que van pasando los años me estoy poniendo más seria en relación con el trabajo. El otro día le decía a un amigo: cuando teníamos 20 años nos subíamos arriba del escenario y hacíamos cualquier cosa y ahora nos morimos de miedo y estamos, constantemente, pensando en la calidad.

 

Ha sido tan fascinante hacer este trabajo que, ahora mismo te puedo mostrar una lista enorme de canciones que dan para un Vol. III.

 

Pero, esa es la idea, ¿hacer un Vol. III?

 

Exactamente y lo haremos con la disquera Bis Music que está muy contenta con los resultados y para nosotros abre nuevas posibilidades. Mientras existan compositoras cubanas, vamos a seguir buscando e indagando. Esta Isla es muy musical.

 

Después de presentado el disco y de este concierto, ¿cuáles son los planes para lo que resta del presente 2009?

 

Continuar con mi peña El jardín de la gorda que es muy bien acogida; creo que se puede mantener con una buena programación y selección de los invitados. En junio comenzaré una gira nacional con el cantautor Amaury Pérez, y vamos a presentar un trabajo de manera conjunta. En eso trabajamos. Amaury quiere estrenar un nuevo repertorio y, ahora mismo, está en proceso de los arreglos y el montaje. En mi caso, voy a promocionar el disco.

 

Y el estar trabajando la obra de otras, ¿no te aleja demasiado de la composición?

 

No he sido una compositora muy prolífera. La gran mayoría de las canciones que interpreto las escogí, precisamente, porque son las que me hubieran gustado hacer y no hice.

 

La única compositora que se repite en el Vol I y el Vol II soy yo porque, como dice el dicho, soy la dueña del bate, la pelota y la mala idea… quizá me inspire y componga algo para el año que viene.

 

Como músico, ¿cuál o cuáles han sido tus mayores satisfacciones?

 

El año pasado, por razones de salud, no estuve muy presente, y el mayor placer era la insistencia de la gente preguntando cuándo iba a comenzar a trabajar o a presentarme o a retomar la peña. Esas son cosas que, sinceramente, estimulan mucho. La gente te sigue y continúa esperando cosas de ti.

 

© Alain Gutiérrez

 

¿Cuál ha sido tu secreto para que tanta gente te quiera?

 

Ahora me la pusiste difícil, la verdad. Soy como soy y tengo conciencia de que me doy fácil. Creo que tengo buen carácter y eso cae bien y nunca me ven como alguien ajena, como si fuera una persona que está aparte o metida dentro de un cristal. La gente me trata con mucha confianza, incluso, sin conocerme; es como si fueran amigos de toda la vida o mi familia. Siento eso y me gusta.

 

¿Algo que, musicalmente, quieras hacer y no hayas logrado?

 

Cuando lo descubra, te lo digo. En estos momentos estoy tan contenta con lo que estoy haciendo y me siento tan entusiasmada que, te juro, que en cualquier momento te doy un timbrazo a la casa para contarte.