Roberto Parra , el 21 de abril del 2008 fue INVOCADO por Álvaro Henríquez, Ángel Parra, Ángel Parra hijo, Catalina Rojas, Cristian Cuturrufo, Federico Faure, Felipe Bravo, Felipe Ortiz, Gonzalo Henríquez, Joselo Osses, Mario Rojas, Panchito Cabrera, Titae Lindl.
“Bailando en Conchalí” se llama el tema que, según la leyenda, Roberto Parra compuso en la mismísima casa donde se grabó la música contenida en esta producción. Propiedad de su hermano Nicanor, se supone que durante ese mismo periodo, mediados de los ochentas, fue donde este habría escrito su clásico “Hombre Imaginario”.
El otoño de 2008, la casa de Conchalí —hoy convertida en estudio de grabación— congregó a un selecto grupo de músico afines a su legado, para “invocarlo” y recrear sus más bellas composiciones. Las que fueron registradas y mezcladas en sistema análogo y sonido monofónico, es decir, a la antigua.
Nada es casual cuando se trata de Roberto Parra, por lo que no debería de sorprender que su espíritu haya ajustado el reloj para que el día inicial de la grabación fuera el 21 de abril, fecha en que se conmemoraban 13 años de su muerte.
Esta invocación al inolvidable don Roberto fue producida musicalmente por unos de sus discípulos más connotados, el músico Álvaro Henríquez, secundado por el cantor Mario Rojas. Una eficiente coordinación fue merito de Gonzalo Henríquez. Cada cual, además, hizo su aporte en la música, para lograr una mayor conexión con su espíritu.
Es de justicia decir que Álvaro guitarreó, hizo arreglo, mezcló y hasta le dio a la batería en una ranchera que canta la viuda, doña Catalina Rojas.
Notable es la participación de su sobrino Ángel Parra, quien le dedica un vals instrumental “Tío Roberto”, y pone el reconocible sello de su voz en “Solo porque soy viejo”.
Ángel Parra —hijo— en guitarra y Titae Lindl en contrabajo, ratifican su indiscutible calidad y cercanía con la música de Roberto, como lo han hecho desde Los Tres y desde cada uno de sus proyectos individuales.
Panchito Cabrera vino de Valparaíso a poner su guitarra en bellas improvisaciones, llenas de swing y melodía, para disfrute del invocado, quien en la vida terrenal le expreso respeto y admiración.
Cristian Cuturrufo en la trompeta, da cuenta de la maestría que lo ha convertido en unos de los imprescindibles de su generación.
Brilla el talento de los sesionistas Joselo Osses en acordeón y piano, Federico Faure Y Sebastian Caviv en bajo eléctrico, Felipe Bravo en guitarra.
Una mención especial para el joven guitarrista Felipe Ortiz conocedor a fondo del estilo y del repertorio del invocado Roberto Parra, lo que ayudó a una conexión fluida con su espíritu.
La leyenda también dice que los muros externos de las casa de Conchalí aun conserva la ultima manito de pintura que el invocado le dio hace más de de veinte años, y así lo capturó la cámara de Antonio Larrea, para redondear esta obra con la distinción y el glamour que el gran maestro merece.
Después de 50 años, sale a la luz la grabación de la actuación de Mercedes Sosa en el Town Hall de Manhattan, un testimonio único de su arte y compromiso y de la fuerza artística y política de La Negra. El disco aparece solo unas semanas después del lanzamiento de otro disco póstumo e imprescindible: En Vivo en el Gran Rex 2006.
Nano Stern y Luis Emilio Briceño presentan en Europa, En septiembre canta el gallo —ganador del festival In-Edit Chile—, un documental sobre la Nueva Canción Chilena, desde sus inicios hasta el golpe de estado de Pinochet; todo ello narrado a través de las voces de sus protagonistas y de imágenes, algunas de ellas inéditas hasta la fecha. Esto será hoy 2 de noviembre en el marco del festival In-Edit de Barcelona.
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