Los Maestros Cantores de Fernando G. Lucini

Cartel del concierto «Los maestros cantores» © Martín Acosta

El concierto que se celebrará en la sala Galileo Galilei de Madrid  no es simplemente un espectáculo más, es una primera piedra en la construcción de un proyecto hecho de sueños que muchos esperamos que pueda hacerse realidad: el Centro de Documentación y Difusión de la Canción de Autor. El alma de este proyecto es una persona a quien muchas veces nombro en mis comentarios, porque sin el  trabajo que ha desarrollado durante toda su vida, sabríamos muy poco sobre la canción de autor y los cantautores que le han dado vida; hablo del profesor Fernando González Lucini.

 Lucini es una figura fundamental en el conocimiento que los aficionados tenemos del mundo de la canción de autor, y estoy segura que también de muchos profesionales que se dedican a este oficio. Su labor como docente durante muchos años, sus programas de radio dedicados a la canción, su trabajo como escritor y su labor como divulgador cultural nos ha dado instrumentos esenciales para conocer y comprender el significado y la importancia de la canción. Su vida ha sido una dedicación absoluta a esta faena tan necesaria que es la memoria contra el olvido, al reconocimiento de los autores que han luchado y luchan cada día por defender su arte y sus canciones. Ellos pelean por sus canciones y Fernando G. Lucini siempre ha batallado para que este esfuerzo sea visible a la sociedad, para que no se olvide la obra de quienes fueron parte fundamental de nuestra cultura, para que se respete y se reconozca a los que siguen trabajando en esta tarea y a los que empiezan y tienen que abrirse su propio camino. 

Dice el documento presentado sobre la iniciativa que: El Centro de Documentación pretende ser un proyecto solidario y compartido por todas las personas que amamos la “canción de autor". Entre sus objetivos se encuentra como parte primordial la protección y conservación de toda la documentación, archivos sonoros, y en general de todo el material disponible hasta el momento y su difusión.Se prevé entre otras actuaciones la creación de un Catálogo de Cantautores y Cantautoras que se está confeccionando en la actualidad de manera abierta, donde pueden colaboran todos aquellos aficionados interesados en su desarrollo.

Dada su amplitud, sólo puedo exponer aquí este esbozo del proyecto que se explica completamente en el blog Cantemos como quien respira. Para conseguir todos sus objetivos es fundamental el apoyo de quienes se dedican a crear y cantar canciones (para ellos es este proyecto), y por supuesto el de los aficionados que disfrutamos de la obra de nuestros artistas. 

El concierto, que bajo el nombre de LOS MAESTROS CANTORES se desarrollará el día 16 de octubre de 2013, en la madrileña sala Galileo Galilei, tiene como característica principal la de estar protagonizada por cantautores que están relacionados con el mundo de la enseñanza. Todos ellos son maestros o profesores en los distintos niveles educativos.  Serán 16 artistas los que de manera generosa cantarán sus canciones en apoyo a esta iniciativa; todo lo recaudado estará destinado a la creación de este Centro que estará dirigido y gestionado por Sforzinda Servicios Culturales; se asegura así la independencia y la transparencia en la gestión de esta fundación. Al frente de Sforzinda se encuentra el cantautor granadino Juan Trova, artífice de proyectos como Abril para vivir, que cada año se desarrolla en la ciudad de Granada, y que a principios del presente año hizo posible que en dicha ciudad se pudiera disfrutar de la exposición: ...Y la Palabra se hizo Música.

Patxi Andión, Olga Manzano, David Moya, Alejandro Martínez, Rubén Márquez, Chica Metáfora, Manu Clavijo, Marino Sáiz, Fernando Maes, Sara Veneros, Andrés Sudón, Claudio H, Esfumato (Enrique Amigó, Julio Gonzalo y Clara González) e Íñigo Coppel serán los protagonistas de este concierto. Sus nombres quedan reflejados en este precioso cartel que aparece ilustrando mi comentario y que ha sido diseñado por Martín Acosta, utilizando la imagen de la pizarra y las tizas como símbolo del trabajo que realizan cada día maestros y profesores.

Siempre que escribo en Cancioneros es para referir la crónica de un concierto al que he asistido o para hablar de cantautores a los que admiro y siempre llevo conmigo, o sobre discos que quiero compartir con los demás aficionados a través de esta web. Hoy quería hablar de este concierto en el que estaré como asistente en la “fila cero”, ya que no puedo hacerlo de otra manera, como forma de manifestar mi apoyo a esta preciosa idea.

Como aficionada a la canción de autor, con este comentario quiero dejar constancia de mi agradecimiento a Lucini por su dedicación y por su inmensa labor en el conocimiento y la difusión de este género. Pero además de esto hay una faceta muy particular de su amor por la canción que yo quiero agradecerle de una manera especial, porque no comparte sólo su sabiduría y su experiencia con quienes nos interesamos por la canción de autor, comparte mucho más, nos demuestra cada día a través de la red el sentido más entrañable de las canciones, la sensibilidad y el sentimiento que desprenden, la incidencia que tienen en la comunicación entre la gente,  y lo intentaré explicar a continuación. 

Fernando González Lucini © Inés Poveda

Fernando G. Lucini consigue que cada mañana temprano muchas personas de puntos muy distantes nos demos cita en un mismo lugar virtual para darnos los “Buenos días”. Lo hace regalando poesía y canciones; así nos descubre cada mañana, antes de que amanezca, una canción o un poema y con ello a su autor. Cuando digo que compartimos los “Buenos días” me refiero a quienes vivimos en esta parte del Atlántico donde estoy; al mismo tiempo en la otra orilla hay gente esperando para compartir sus “Buenas noches”. No sé si Lucini es consciente de lo que significa este encuentro diario para tantas personas que necesitan compartir el sentimiento y la belleza que contienen las canciones, aunque sea sólo por un momento, para comenzar el día…o para terminarlo. Si lo pensara con detenimiento se daría cuenta de la trascendencia que tiene su tan esperado saludo matutino.

Y yo le agradezco desde aquí este trabajo generoso y diario que realiza cada amanecer dedicándole algunas estrofas de Un barrio, canción publicada en 1978 en el disco Aires de Cemento y que para mí tiene una especial significación por la clarividencia que mostró al crearla nuestro querido Joan Baptista Humet, que en estos días hará cinco años que nos dejó: 

Tan incierto como lo hizo ayer, hoy vuelve a amanecer sobre la plaza, sobre la ropa que hay tendida en las terrazas y un canto de gorriones por doquier. Empieza a clarear y el sol se ha echado a andar anaranjado, sacando brazos a través de los tejados como, si en realidad, quisiera unir el barrio a la ciudad. Y mientras van abriéndose las flores, los cafés y las orugas, alguien se acerca con un bote de pintura y vuelve a dejar muda una pared...A la mañana le da igual si el aire es de cristal o de cemento, si las moreras se secaron hace tiempo o se llena de grietas un portal...