El Festival Internacional de Jazz de Barcelona homenajeará mañana a Bebo Valdés (La Habana, 1918 - Estocolmo, 2013) con Rumba para Bebo, un espectáculo que celebrará la vida y el legado del músico cubano.
![]() Chucho Valdés esta manaña en la conferencia de prensa en Barcelona.
© Xavier Pintanel
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«El día que me muera, no quiero lloradera. Graban un disco con mi música más bailable, se compran ron y chocolate, y a bailar», repetía siempre Bebo Valdés, un gigante de la música que se fue el pasado 22 de marzo.
Fieles a su deseo y muy orgullosos de la especial relación que Bebo tuvo siempre con el festival de jazz de Barcelona, mañana se celebrará –de acuerdo con Chucho Valdés, su hijo, heredero y, sobre todo, amigo– una rumba para celebrar su vida y su legado, su sonrisa y su sabiduría.
Compañeros de viaje, viejos y nuevos amigos, todos reunidos para montar, como hubiera querido El Caballón, «tremenda rumba». El espectáculo contará con la participación de bandas de voces, bailarines, percusionistas y músicos como su hijo, Chucho Valdés, Javier Colina o Jerry González.
"Esta es la primera vez que reuniremos tantos talentos juntos en un escenario, es algo irrepetible, y Bebo debe estar dando las gracias por ahí", ha señalado Chucho Valdés, que ha remarcado que este será el único homenaje a su padre en el que participará.
El título del espectáculo, Rumba para Bebo, está inspirado en conversaciones que el músico había mantenido con su hijo y en las que siempre decía que quería regresar a Cuba para poder ver las grandes rumbas que allí se organizan.
Según Joan Anton Cararach, director artístico del festival, el objetivo de la "súper fiesta", en la que se podrá escuchar el repertorio que Bebo amaba y tocaba, es dejar al público "llorando de felicidad y alegría... ¡Bebo nos dio tanto a todos nosotros! Le vamos a ofrecer esa gran rumba cubana que él siempre quiso poder ver a su regreso a La Habana".
Al escenario subirán 25 músicos y 10 bailarines, —con Chucho Valdés como maestro de ceremonias— entre los cuales se hallan la banda The Afro Cuban Messengers, que estarán en la tarima a lo largo de las tres horas que dure el espectáculo; el grupo Malongo y otros invitados especiales, como el contrabajista Javier Colina, el pianista Mauricio Vallina o el trompetista Jerry González.
Los bailarines estarán tanto en el escenario como en la pista para animar a los asistentes y cumplir el lema de Valdés: "El día que yo me muera, celebrad la vida, porque vivir y morir es la misma cosa".
Al entrar en el concierto, los asistentes recibirán una copa de ron y un trozo de chocolate, ya que esta era la manera con la que "Bebo quería que la gente celebrara su vida", ha recordado Cararach.
En el espectáculo se podrá escuchar una pieza compuesta por Chucho Valdés, denominada Rumba para Bebo, que según su autor la compuso después de soñar una noche que su padre le tocaba esta canción.
Chucho Valdés ha expresado su agradecimiento, en su nombre y en el de su padre, a todos aquellos que han querido colaborar en este espectáculo. Valdés ha asegurado que es la primera vez en la vida que ha vivido "algo así" y ha augurado que será un concierto irrepetible porque, "a veces cuando las cosas son espontáneas, naturales y orgánicas, sin que uno quiera se vuelven históricas también", ha reflexionado.
La cantautora Judit Neddermann y el guitarrista Pau Figueres presentan un nuevo álbum conjunto, con doce canciones en castellano, catalán, portugués y francés, grabadas en directo en estudio. Entre ellas, una nueva versión de Vinc d’un poble con Joan Manuel Serrat y temas originales que combinan pop, folk, jazz y música popular brasileña.
El cantautor chileno Patricio Anabalón lanza el single Danza con la participación de Silvio Rodríguez, en una obra producida por Javier Farías y enriquecida con los aportes del Cuarteto Austral, Felipe Candia y otros destacados músicos e ilustradores; en un encuentro generacional de la canción de autor.
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