Ángel Corpa verso a verso

© Mª Gracia Correa

Es posible que el nombre de este autor resulte desconocido para muchos;  sin embargo y sin darse cuenta, multitud de personas de este país lleva su voz grabada en la memoria sentimental, porque en los años 70 y 80 su voz unida a la del grupo Jarcha fue un símbolo de libertad y de nuevos tiempos. Ángel Corpa lleva toda su vida dedicado a cantar a los poetas; modestamente confiesa que prefiere dedicar el talento artístico que pueda tener a musicalizar a los grandes escritores y poetas antes que componer él mismo. Es el carácter de muchos de nuestros mejores artistas, el reconocimiento de la pequeñez ante la grandeza de los poetas universales. Miguel Hernández, Blas de Otero, Bertolt Brecht, Nicolás Guillén, Gabriel Celaya, Rafael Alberti, Pablo Neruda; los poetas del siglo de Oro: Lope de Vega Cervantes, Garcilaso de la Vega, Quevedo, Góngora. A todos ellos ha dedicado su labor artística y ha cedido su voz. 

Además de esta labor de musicalizar poemas, Ángel Corpa es autor y compositor de canciones que han formado parte de nuestras vidas, sin dejar de lado su compromiso con la enseñanza y su trabajo prestando la voz a multitud de personajes en películas y series de televisión. Miembro fundador del grupo Jarcha (1972), con ellos compartió su carrera musical durante 25 años y  grabó 14 discos, su potente y característica voz es la seña de identidad de la canción Libertad sin ira de este  grupo, que se convirtió en gran medida en banda sonora popular de la Transición española. 

Como curiosidad comentaré que en el LP titulado I Antología de Cantautores Andaluces editado en 1986 por la Junta de Andalucía, que contiene una selección muy particular de canciones y de autores, se incluyen tres canciones, para mí fundamentales, de Ángel Corpa: A Quién,  Eso y más y Entre todos (Eduardo Álvarez Heyer/Ángel Corpa/José María Maldonado): Por ti, Huelva envenenada; Jaén tus aceituneros; Cádiz por tus marineros; por tus silencios, Granada; Almería la olvidada, Córdoba en tus labradores; Málaga por los clamores con tu sangre proclamados; Sevilla por los costados rotos de tus resplandores. 

El pasado fin de semana Ángel Corpa nos guiaba con su voz y su guitarra en un recorrido sentimental a través de una colección de canciones de autores emblemáticos que forman parte de la memoria sentimental de mucha gente de este país, y por supuesto de todo el público que se reunió en la sala La Estación de Sevilla para poder disfrutar de su actuación. Muchos de los temas  que interpretó forman parte de diferentes proyectos educativos que desarrolla el artista, donde la canción representa una herramienta fundamental de aprendizaje en valores. 

© Mª Gracia Correa

La Estación,  como ya he comentado más de una vez, tiene un carácter especial que no es común en Sevilla, logra que los artistas se encuentren muy cómodos, la proximidad del público que acude a disfrutar de la magia de la canción cercana crea un ambiente de intimidad muy apreciado tanto por el artista como por los asistentes. En estas condiciones tomó su guitarra y acompañado al piano por Héctor Pérez comenzó su actuación en reconocimiento a uno de nuestros cantautores más  importantes con Para la libertad, que musicalizó y publicó Joan Manuel Serrat en 1972 en su disco Miguel Hernández, y tras ella recitó en castellano Seria fantàstic (Sería fantástico) y Aquellas pequeñas cosas.

Después de este viaje por el universo de Serrat entonó una composición propia que representa una parte de la historia de la canción popular de Andalucía. La copla que está en mi boca, fue compuesta por ángel Corpa sobre un poema de Eduardo Álvarez Heyer para las voces de Jarcha, hace ya muchos años, nos decía el artista en su actuación. Esta canción aparece por primera vez en el año 1976 en el LP homónimo del grupo Jarcha.

Cruzó el Atlántico con la imaginación para mostrarnos Volver a los diecisiete de Violeta Parra, un emblema de la canción latinoamericana y universal. A ella le siguió un poema de Miguel Hernández (siempre presente), que según contó, interpretó hace muchos años junto a Alpataco, era El niño Yuntero, que yo personalmente siempre relaciono con Víctor Jara porque fue la primera versión que  conocí. Víctor Jara, símbolo de la lucha por la libertad, del canto con sentido, fue recordado en este concierto con la interpretación un poco más tarde de un tema imprescindible, Te recuerdo Amanda.  La dedicó a su memoria imborrable, mencionando que hacía ahora 40 años que le quitaron la vida.

Presentando a Héctor Pérez al piano, expuso un tema basado en un poema de Rafael Alberti, a quien dedicaría en el año 2003 un disco titulado Claveles y Espadas, basado en un espectáculo creado por el autor con motivo de la celebración del centenario del poeta. Deja que me vaya, amor es el título de la canción que nos ofreció para ilustrar la obra.  Y a continuación: Vea yo los ojos bellos, para hablar sobre Miguel de  Cervantes, autor a quien en 2005 consagró un LP titulado Ángel de Humana Figura  poniendo música a 12 poemas de amor  con mayúsculas que Cervantes escribió en La Galatea y el Quijote. De este disco nos brindó posteriormente un tema más: Qué se puede esperar de él.

© Mª Gracia Correa

Las dos canciones que sonaron después no podían faltar en este sentimental recorrido por la canción de autor que nos ofreció el artista: Te quiero de Mario Benedetti/Alberto Favero, que yo descubrí por primera vez en la voz de Nacha Guevara, y Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo, que musicalizó y popularizó Paco Ibáñez.

Cambalache de Enrique Santos Discépolo fue la siguiente y se acompañó a sí mismo al piano dejando por un momento su guitarra para hacer de este modo un recorrido a ritmo de tango por los arrabales del siglo XX: Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé.... En el quinientos seis y en el dos mil también... 

Como era de esperar no podía olvidarse de la Canción de Autor en Andalucía, del representante por excelencia de nuestra canción popular. De Carlos Cano eligió María la portuguesa, explicando que mucha gente, incluyéndose él, la considera como la canción perfecta y, sea como fuere, con ella nos dio un paseo entrañable por el río que discurre entre España y Portugal, separando y a la vez hermanando a sus gentes...: “En las noches de luna y clavel, de Ayamonte hasta Villarreal, sin rumbo por el río, entre suspiros, una canción viene y va, que la canta María al querer de un andaluz. María es la alegría y es la agonía que tiene el Sur...” 

Nana para despertar fue compuesta por Ángel Corpa con letra de Eduardo Álvarez Heyer para Jarcha y fue publicada en 1977 en el disco En el nombre de España, paz. A este poeta está dedicado un doble CD fruto del homenaje que se le hizo en Huelva en el concierto del 25 Aniversario de Jarcha titulado Jarcha en Vivo y Jarcha con Alma. Buscando información sobre el poeta he encontrado un blog escrito por su hijo que me ha impresionado y cuya presentación reproduzco aquí como mi pequeño homenaje a su memoria: “EDUARDO ÁLVAREZ HEYER, nace en Sevilla el 11 Febrero de 1914, durante veinticinco años vive en Huelva en 1975 regresa a Sevilla donde fallece el 2 de Enero de 2001, siendo incinerado el día 4. Su vida profesional transcurrió por entre la exactitud, casi patológica, del cuadre entre el DEBE y el HABER del contable honrado y pulcro. Pero su alma era de Poeta y a ello dedicó su existencia y a la lectura, siempre tenía un libro entre sus manos.” 

En la actualidad Ángel Corpa está grabando un disco dedicado a Pablo Neruda, concretamente a su obra Veinte poemas de amor y una canción desesperada y como anticipo nos regaló el poema 18, una canción en forma de blues: Aquí te amo. Y tras este regalo, de nuevo Miguel Hernández, dos canciones emblemáticas: Andaluces de Jaén  y Vientos del pueblo.

No habló mucho durante la actuación, prefirió expresarse mediante las canciones, pero para terminar quiso explicarnos sus sentimientos: Que nunca ha cantado en vano, que se juega la vida en cada canción, que tiene la suerte de dedicarse a un oficio en el que nunca se acaba de aprender y su sensación es que recibe mucho más de lo que da. -Nunca nos falten- fue su deseo para terminar con Cantares de Antonio Machado, canción de Joan Manuel Serrat incluida por primera vez en el disco: Dedicado a Antonio Machado, poeta publicado en 1969.

Era el final previsto pero ante la insistencia del público siguió con  las Noches de boda de Joaquín Sabina, y con el Romance de Curro “el Palmo nos llevó de nuevo a Serrat y a mí personalmente me trajo a la memoria un concierto especial al que pude asistir en el año 2011, un recital en el Centro de Arte Flamenco La Merced donde Miguel Poveda y Javier Ruibal unieron sus voces y su arte en la interpretación de esta canción para la presentación en Cádiz del libro Serrat Cantares y Huellas de Luis García Gil. Escuchar a Ángel Corpa cantar ese bellísimo tema de Serrat me transportó por un momento a Cádiz, es la magia de las canciones.

Tampoco podía faltar un homenaje a un artista fundamental de nuestra canción, Al Alba nos llevó al mundo de Luis Eduardo Aute, a un terreno de la canción llena de simbolismos y de otras realidades, al universo prodigioso de Aute. Pero daban las 12 en el reloj de La Estación y había que terminar y terminó con el tema Libertad sin ira de Rafael Baladés/Pablo Herrero/José Luis Armenteros. Todos los asistentes esperaban esta canción que para muchas personas ha representado la banda sonora de la Transición española. Libertad sin ira daba título a un Lp publicado en 1976 por el grupo Jarcha y Ángel Corpa representaba la voz solista de esa canción que estuvo inicialmente catalogada como “No radiable” y que el periódico Diario 16 utilizó como eslogan de su campaña de apertura.

Ángel Corpa © Mª Gracia Correa

Con Libertad sin ira dieron las doce en La Estación, el público más que satisfecho y emocionado por haber disfrutado de la grandeza de las canciones y de un artista que se deja la piel en su oficio, fue abandonando la sala en espera ya de un próximo reencuentro con Ángel Corpa. Estaremos esperando con mucho interés la publicación de su nuevo proyecto dedicado a Pablo Neruda.