Maria del Mar Bonet en la presentación de Terra Secreta.
© Xavier Pintanel
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Cuando me dijiste que tú no escuchabas ninguna canción que no estuviera escrita en tu lengua me dejaste ciertamente sorprendido. Yo te lo respeto, pero no te entiendo. Es como si me dijeras que sólo follas los días impares con mujeres de edad múltiplo de tres. Te lo respeto pero eres un poco burro. Siendo trovador como eres ¿cómo te puedes permitir no escuchar a Brel, a Conte, a Afonso? ¿Cómo puedes renunciar así de un plumazo a toda la música que se está haciendo en Europa, en Turquía, en esa África emergente e insurgente? ¿Como puedes renunciar con tanta simpleza a Llach, a Raimon, a la mitad de Serrat —y según los expertos la mitad mejor, si Serrat tiene mitades menos mejores?
Y cómo puedes, gilipollas, renunciar voluntariamente a escuchar a la Bonet. Mira, yo te cuento, y aunque estés medio tonto me vas a entender: la Bonet es el Mediterráneo. Desde Algeciras a Estambul. Mira, si hirvieras en una probeta toda el agua del Mediterráneo hasta evaporarla por completo y dejaras cristalizar sus sales, ese cristal, el más bello, el más profundo, el más concentrado, ese cristal, ese, sería la Bonet.
Y tú, tontolculo no lo sabes. Luego te quejas cuando la crítica te dice que te pareces peligrosamente a Silvio. ¡Coño! si no has escuchado nada más en tu vida.
Hazte una favor y por una vez viaja con ella. Ella te llevará de pronto a Italia, a Túnez, a Grecia. Te llevará a Siria como hizo en Amic, amat. Ayer la Bonet presentó su nuevo CD Terra Secreta. Regresa ahora con ella a su tierra secreta, a su casa. A esta Mallorca donde nació y a esta Catalunya en donde vive.
Yo te respeto amigo, pero me da un poco de pena que renuncies a escuchar la Cançó de l'amor petit de Serrat, en la voz de la Bonet y el piano de Manel Camp. La Santísima Trinidad, la esencia de Dios. ¿Sabes lo que ocurre cuando juntas al mejor autor, la mejor voz y el mejor pianista? Se produce el milagro, la maravilla. A ti te da igual pero yo subí al cielo y tú no. Y seguramente si te hablo de Ovidi Montllor, Guillem d'Efak, Toti Soler, Joan Bibiloni o Haris Alexiu igual te crees que es la delantera del Barça o del Real Madrid. Pero te diré lo que son: son los profetas que en boca de la Bonet anuncian que no todo está perdido. Y seguramente mienten —de hecho todo está perdido—, pero qué bella mentira esta que nos permite seguir viviendo envueltos en la ternura.
Tú sigue mirándote el ombligo si quieres. Yo me voy de viaje al país secreto de la Bonet. Si quieres venir con nosotros dímelo. Te envío el CD a vuelta de correo. Quizás entonces descubras que para hacerle el amor a una mujer no existen calendarios y —muy importante— no hay que preguntar la edad.
Dedicado con todo mi cariño a un amigo trovador que no escucha a la Bonet porque no canta en el idioma que él quisiera.
Maria del Mar Bonet en la presentación de Terra Secreta.
© Xavier Pintanel
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El jueves 14 de marzo Mayte Martín presentó en el Teatro de la Maestranza de Sevilla su nuevo espectáculo: Tatuajes. Se trata de una colección de joyas de grandes autores universales llevados magistralmente al territorio particular de la artista. Con este concierto y con el disco que lleva el mismo nombre, rinde homenaje a la canción de autor más global, a la que traspasa fronteras y conforma una parte primordial de la memoria sentimental de diferentes generaciones.
Desde los veintiún años la argentina Carmen Aciar es una barcelonesa más, llegó para descubrirse en su arte por las calles de Barcelona, sumando sus propias historias desde que llegó en ese agosto de 2022 para habitar esta ciudad en sus incertidumbres, sus composiciones ya conforman su primer disco Historias mías.
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