El pasado viernes la trovadora Maria del Mar Bonet y el pianista Manel Camp ofrecieron en el Oratori de Sant Felip Neri, dentro de la Festa Major de Gràcia (Barcelona) un concierto generoso en emociones y parco en canciones. O a lo mejor es que supieron a poco.
Cuando Manel Camp salió al escenario e interpretó Mercè en clave de jazz, ya se vio que aquello no era un concierto sólo de la Bonet. Era un concierto de a dos que son mucho más que dos cuando se juntan.
Manel Camp es un pianista extraordinario. Es la elegancia y la precisión. El jazz “al servicio” y no “por encima” de la canción.
Entre la Bonet —así por el apellido y con artículo por delante como las grandes primas donnas: la Caballé, la Callas, la Bonet— y Manel Camp existe una química especial. Se nota. Se comunican casi telepáticamente. Un discreto gesto, una sutil mirada y ya saben lo que toca hacer.
Se conocieron musicalmente hablando hace 30 años cuando coincidieron en el disco Quico-Maria del Mar. Diez años más tarde se reencontraron para presentar un espectáculo a dúo que tuvo su reflejo en otro disco Ben a prop. Desde entonces han seguido presentándose en este formato simultaneándolo con sus propios grupos.
El concierto del viernes —en una noche extremadamente calurosa— consiguió un lleno total. Una hora y media antes del concierto ya se registraron las primeras colas y finalmente hubo gente que se quedó en la calle.
Interpretaron buena parte de las canciones del Ben a prop: Epigrama, Jo em donaria a qui em volgués, Dolça remor de cada tarda, Lover Man, Si véns prest, No voldria res més ara y Jim; y alguna más de su último trabajo Terra Secreta, como Mai donis per finit. En la segunda parte, Maria del Mar Bonet rindió un emotivo y sutil homenaje a la Nova Cançó recordando a Serrat —“es alguien a quien quiero mucho”—, compañero en Els Setze Jutges con Cançó de l’amor petit; a Guillem d’Efak, mallorquín de origen guineano y lamentablemente desaparecido, con Blues en Sol; a Pau Riba con Es fa llarg esperar; a Els Setze Jutges y en especial a uno de sus miembros fundadores Delfí Abella que adaptó al catalán L’àguila negra de la francesa Barbara; a otro de sus compañeros en Els Setze Jutges, Francesc Pi de la Serra que adaptó para ella Jim, canción que había popularizado Billy Holiday y finalmente su canción más emblemática Què volen aquesta gent.
Un concierto intenso, rozando la perfección, y precisamente por eso sus 80 minutos supieron a poco.
Maria del Mar Bonet ha tenido un verano muy intenso con la participación en varios festivales: Banyoles, Caldes d’Estrach, Porta Ferrada, Cadaquès, Huesca, Marbella y las Baleares, entre otros.
Manel Camp, que cuenta con más de 30 discos en solitario y muchísimos más como acompañante, inicia este final de mes una gira por la Argentina donde visitará Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
La cantautora Judit Neddermann y el guitarrista Pau Figueres presentan un nuevo álbum conjunto, con doce canciones en castellano, catalán, portugués y francés, grabadas en directo en estudio. Entre ellas, una nueva versión de Vinc d’un poble con Joan Manuel Serrat y temas originales que combinan pop, folk, jazz y música popular brasileña.
El cantautor chileno Patricio Anabalón lanza el single Danza con la participación de Silvio Rodríguez, en una obra producida por Javier Farías y enriquecida con los aportes del Cuarteto Austral, Felipe Candia y otros destacados músicos e ilustradores; en un encuentro generacional de la canción de autor.
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