Por Alfredo Llanos (Baterista de Pedro Guerra en los 90) para La Opinión de Tenerife
Conozco a Pedro desde hace más de veinte años, cuando la canción de autor arrasaba y La Laguna todavía era el centro de la vida musical de Tenerife. La Laguna tenía entonces una fuerza que facilitaba el encuentro de músicos de procedencias diversas, como los que venían de la canción de autor y los que veníamos del jazz y del rock. Gracias a eso compartimos una experiencia profesional muy enriquecedora tanto con el Taller como después, en su primera época en solitario y en la gira de Golosinas.
Esa convivencia no sólo era profesional, en muchos casos. Pedro y yo compartimos, junto a otros músicos, piso en la Avenida de la Trinidad, donde nos cantaba sus nuevos temas o donde, no podré olvidarlo nunca, una mañana nos despertó para contarnos el notición de que Víctor Manuel y Ana Belén habían escogido un tema suyo para su nuevo disco.
En su concepción profundamente profesional del trabajo como músico, que compartía con los otros dos miembros del Taller, Andrés y Rogelio, Pedro era incansable: oía otras músicas, otros autores, leía, estudiaba, componía… escribía mucha música, mucha letra. Era tal su entrega y su capacidad de trabajo que cuando iban a hacer un disco, para doce o quince temas, tenían que hacer una selección de entre más de cincuenta canciones.
Con el paso del tiempo, el trabajo y también la suerte, por supuesto, lo llevaron a establecerse con firmeza en el panorama musical español y latinoamericano. Para quienes compartimos su profundo amor por la música y buena parte de su vida personal y profesional en Tenerife, vemos sin nostalgia, pero sí con alegría, que el mundo valore lo que muchos venimos valorando desde hace más de veinte años.
La casa discográfica Bis Music celebró el Día de la Cultura Cubana con la presentación oficial de Álbum blanco para Silvio Rodríguez, un disco colectivo que reúne once canciones escritas por el cantautor en su juventud, interpretadas por artistas de Cuba, América Latina y España. La producción recupera piezas poco conocidas y propone nuevas lecturas sobre su universo poético y musical.
Casi cuatro décadas después de su estreno en Ámsterdam, la cantata Dialecto de Pájaros del compositor Patricio Wang revive en Chile con una versión revisada por su autor. Una obra mística y vanguardista que regresa para cerrar un ciclo pendiente en la historia musical de Quilapayún y Patricio Wang.

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