Una exposición recorre 50 años de canciones de Serrat a través de 800 objetos

Joan Manuel Serrat posa ante su primera guitarra, aquella que estaba «bruta i trencada» (rota y sucia) y que ahora está completamente restaurada. © Xavier Pintanel

"Me siento muy agradecido por todo el afecto que han puesto en su trabajo los organizadores de esta exposición, pero a la vez estoy un poco avergonzado de ver juntas tantas cosas, algunas procedentes de un mundo muy personal", señaló Joan Manuel Serrat en conferencia de prensa de presentación de la muestra el pasado martes 2 de junio, que se podrá ver en Barcelona durante tres meses y que después viajará a otras ciudades.

Serrat ha recorrido la exposición repleta de objetos acompañado por los comisarios de la muestra Miquel Jurado, Lluís Marrasé y Fermí Puig.

"Lo que más me sorprende son las fotografías de hace 50 años —ha reconocido—, pero tengo una relación cariñosa con aquel chico y nos tratamos el uno al otro con generosidad".

El cantante se ha mostrado muy agradecido por el apoyo que ha recibido durante estos 50 años de trabajo, y se ha referido especialmente a Quico Sabaté y Salvador Escamilla; así como a los músicos que han compartido su camino, entre ellos Francesc Borrull, presente en el acto.

En su habitual tono bromista ha pedido que "no preguntéis más por mi salud, por favor", en referencia a los recientes conciertos suspendidos por una laringitis aguda de la cual ya está totalmente repuesto.

La exposición está situada en las célebres Ramblas de Barcelona, —a escasos metros de ese Mediterráneo que tanto ha cantado— en el claustro del Centre d'Arts Santa Mònica, donde casualmente fue bautizado en 1943 cuando ese edificio era una iglesia.

"Yo vine a esta iglesia a bautizarme y luego vine a declararme agnóstico ante el mismo cura. Un hombre muy amable, pero en aquella época había que declararse agnóstico para poder casarte por lo civil", ha recordado.

La muestra recorren sus 50 años de carrera a través de 806 piezas, desde su primera guitarra —la de Una guitarra—, hasta el taburete de Bocaccio que utilizaba en sus presentaciones pasando por todas las portadas de su discografía oficial —incluyendo curiosidades como sus ediciones soviéticas, búlgaras o del Irán pre-ayatolás—, partituras y letras manuscritas seleccionadas por el propio Serrat, ropa personal utilizadas en distintas presentaciones, fotografías, carteles, curiosidades y muchas cosas más.

La muestra proviene de los archivos del propio Serrat —"soy catalán y los catalanes lo guardamos todo", ha bromeado—, y de las colecciones particulares del comisario Fermí Puig y de Eduard Mauri. El propio Puig, ideólogo de la muestra y el mayor coleccionista de la "Cançó", confiesa haberse mostrado sorprendido ante la abundancia y calidad de los materiales atesorados por el trovador: "He tenido el privilegio de ver, por ejemplo, el primer manuscrito del Poema de amor que no se parece en nada al que nosotros conocemos, prueba de que detrás de cada canción de Serrat hay mucho trabajo".

216 audios acompañan la visita a la exposición, entre los que se encuentran desde sus canciones imprescindibles hasta grabaciones inéditas como su primera maqueta con Una guitarra anterior a su primer EP, entrevistas, un fragmento del programa Radioscope con Salvador Escamilla, versiones en vivo o versiones de terceros.

Además, el escenario —con el decorado del espectáculo que acompañó la presentación de su disco Cansiones—, situado en el centro de la sala, estará abierto a todos los que quieran cantar temas de Serrat con un acompañamiento instrumental pregrabado, así como conciertos que rendirán su propio homenaje al maestro que iniciaron Laura Simó con Francesc Burrull y Jordi Bonell el mismo día de la inauguración, y seguirán Andreu Rifé (este viernes, 5 de junio), Bruno Oro (26 de junio), Salao (4 de julio) y Maria Coma (11 de julio).

Joan Manuel Serrat con los comisarios de la exposición. De izquierda a derecha: Miquel Jurado, Fermí Puig, Joan Manuel Serrat y Lluís Marrasé. © Xavier Pintanel