Tonolec: «Hoy podemos cosechar lo que sembramos»

Télam - "Hoy, a diez años de la publicación de nuestro primer disco podemos cosechar lo que sembramos, que no es poco", afirmó a Télam la cantante y compositora Charo Bogarín, sintetizando un presente que encuentra al dúo Tonolec en su mejor momento, tras "una década de sostener un camino absolutamente independiente, en el cual creímos y apostamos".

 

"Hace 15 años tomamos este compromiso de investigar, de resignificar nuestro folclore, y es un hermoso regalo y una linda responsabilidad sentir que nuestros pares y la gente agradece nuestra obra", agregó la intérprete, que captó la atención del público con su voz poderosa y su glamour y teatralidad escénica.

 

Junto a su entrañable compañero, el músico y arreglador Diego Pérez, entablaron desde la música puentes con las culturas de los pueblos originarios qom y guaraní, una historia que repasarán este sábado en el formato más grande de Tonolec, interpretando sus canciones más representativas.

 

En esta presentación porteña y en el marco de una puesta escenográfica multidisciplinaria, Bogarín y Pérez estarán acompañados por Nuria Martínez en vientos andinos, Lucas Huelguero en percusión, Lorena Rojas en coros, Pablo Belmes en semillas y cajón peruano, Emiliano Khayat en acordeón y piano y Taty Calá en contrabajo.

 

La Celebración es un libro multilingüe en castellano, qom y guaraní, que incluye todas las letras de las canciones creadas, interpretadas, traducidas y recopiladas por el grupo en más de una década de trabajo de investigación y fusión de cantos nativos con música electrónica.

 

Se trata de una edición de lujo, de 128 páginas, con ilustraciones en papel vegetal. Contiene el cifrado de las canciones, más un disco con una selección de los temas más representativos del grupo, y dos canciones inéditas: Taki Ongoy II, interpretada junto a su autor Victor Heredia y Adagio en mi país, del uruguayo Alfredo Zitarrosa.

 

En el cancionero participaron Teresa Parodi, Víctor Heredia, Pipo Lernoud, Felipe Pigna y Pablo Wright (antropólogo del Conicet que trabaja con los qom), y fue Declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación de la Provincia del Chaco —de donde es oriunda la cantante—.

 

En diálogo con Télam, Charo Bogarín adelantó cómo será el concierto en el Opera, ahondó en el significado que tiene para el dúo este aniversario, habló sobre la edición de este ambicioso material, de su vínculo con Pérez y de la evolución de Tonolec en estos años.

 

Para la edición del libro y el disco, y también para la preparación del concierto en el Teatro Ópera, ambos tuvieron que revisar el pasado. ¿Apareció cierta nostalgia?

 

En nuestro universo, en sintonía con los tiempos de los orígenes, te diré que diez años de camino transitado no es nada, es apenas el comienzo. No sentimos nostalgia, porque nostalgia se siente por algo que no está, que se perdió o forma parte del pasado. Sentimos brío y profundo orgullo de que hayamos logrado con nuestra obra musical en este corto tiempo, una nueva forma de entender el folclore argentino. Nos sentimos con ganas renovadas de seguir profundizando huella.

 

En La Celebración hacen un repaso por todos estos años de trayectoria. ¿Con qué criterio seleccionaron las canciones del disco? ¿Fue difícil ponerse de acuerdo con tu compañero, Diego Pérez, o naturalmente coincidieron?

 

Fue una tarea difícil, no por nosotros que naturalmente coincidimos en casi todo, sino porque generalmente las canciones que prefiere la gente no son nuestras preferidas. Hubo que dejar temazos afuera. Sin embargo de cada uno de nuestros discos tomamos los más emblemáticos y los que, en una mirada integral de esta nueva entrega musical, aportaban a los climas que queríamos ir logrando. La canción no está aislada, pertenece a un todo. Así se formó esta compilación, tratando de generar paisajes nuevos, paisajes nuestros.

 

¿Cómo nace la idea de publicar este cancionero tan completo? ¿Cómo fue la experiencia de trabajar junto a un artista como Carlos G. Coccia en el diseño?

 

Fue una necesidad que sentí de plasmar en el papel el camino que transitamos junto a mi compañero Diego Pérez y se lo transmití a Carlos Coccia. Quería que fuese algo más que un libro, una nueva obra que se una a otra disciplina como la gráfica.

 

Este trabajo musical implicó para mí investigar las lenguas antiguas, pasar de la oralidad a la escritura, conocer los cantos en lengua qom, componer en guaraní y toba, recopilar cantos donde vaya. Me encontré con material digno de ser publicado. Entonces dije, es hora de despuntar el vicio de comunicadora social aquí, ¡de escribir mi primer libro!

 

¿Cómo fue la experiencia de interpretar Taki Ongoy II junto a Víctor Heredia?

 

A Víctor lo admiro y quiero mucho. Ya hemos cantado juntos en varios escenarios y lo que se genera es algo mágico. Las voces que grabamos en principio las íbamos a hacer por separado y luego tomamos la decisión de entrar los dos al estudio y cantar juntos sin que se hagan las tomas de voces por separado. ¡Eso resultó! Y es lo que finalmente quedó.

 

"Nos potenciamos", dijo Víctor cuando terminamos de grabar yo lo abracé.

 

Taki Ongoy II, es una obra clásica, magistral, de mirada crítica, en concordancia con el mensaje de Tonolec, que reivindica a nuestros pueblos originarios, levantando la voz por una causa justa, actual, que nos insta a tomar conciencia de los terribles actos que ocurrieron en nuestro continente durante la colonización. Creo que su contenido sigue vigente hoy más que nunca y por esa razón la elegí‚ entre muchas, y la traduje a la lengua qom.

 

Después de tantos años de trabajo compartido con Pérez, ¿en dónde creés que reside el secreto para mantener la frescura en el escenario y a la hora de componer?

 

La química musical con mi compañero fue algo que desde el primer momento en que nos juntamos a hacer música quedó de relieve. Nos entendemos. No hay explicación. Es algo misterioso el funcionamiento de dos seres, el sincronismo que se genera...y aún más misterioso el resultado que se logra mezclando dos almas, dos cabezas puestas al servicio de algo más que uno mismo. Nos miramos y nos entendemos, sabemos que lo que hemos generado con Tonolec trasciende las fronteras individuales.

 

¿En qué cuestiones evolucionó en estos años Tonolec y vos como cantante y compositora?

 

Creo que en esta década Tonolec se ha afianzado como una marca registrada en cuanto al sonido que planteamos, en cuanto a la forma de presentar nuestro arte arriba del escenario. En lo personal siento que mi voz ha madurado, ha tomado nuevo cuerpo y mi decir también.

 

A la distancia, mirando hacia sus comienzos, ¿alguna vez pensaste que podían llegar a cumplir 10 años y de esta manera?

 

No pensamos que nuestra obra musical sería tan representativa de los tiempos que corren o que prenderían tan bien en los corazones argentinos. Abordamos el trabajo con las comunidades y su arte por una necesidad propia, de crecimiento y sensibilidad artística. Descubrimos un universo. Nos comprometimos, nos metimos de lleno. Luego vinieron los ecos, las repercusiones, pero nunca perdimos nuestro eje.

 

El dúo festejará sus 10 años de trayectoria este sábado a las 21 en el porteño Teatro Ópera, de avenida Corrientes 860 (Buenos Aires, Argentina).