Ayer jueves dio inicio la vigésimo primera edición del Festival BarnaSants —que hasta el próximo 14 de abril ofrecerá más de cien conciertos— y lo hizo con la reivindicación de la "jota" un género poco valorado y que sin embargo es la "canción de protesta" más antigua y que ha influenciado a toda la música iberoamericana.
![]() De izquierda a derecha: Arturo Gaya —Quico el Cèlio—, Eva Dénia, Eliseo Parra, Miquela Lladó y Quique Pedret —Lo Noi —.
© Xavier Pintanel
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Según contó ayer Arturo Gaya, líder de "Quico el Cèlio, el Noi i el Mut de Ferreries" y alma mater del espectáculo, cuenta la leyenda que la jota la inventó Aben Jot, un poeta árabe revolucionario que fue expulsado de su Valencia natal y propagó su protesta con una melodía y un ritmo que él mismo creo. Viajó hacia el Norte donde propagó sus cantos por el sur de Catalunya —y de ahí hacia las Baleares— y remontó el río Ebro, extendiéndolo primero por Aragón y luego hacia el resto de la península Ibérica. Más tarde —ya enriquecida con otros aportes culturales y con otros nombres— viajó hacia las Canarias —la célebre isa— y hacia la América Latina. La malagueña venezolana, la marinera peruana, la cueca boliviana y la chilena o la zamba argentina son, de alguna manera, biznietas de la jota.
Para reivindicar este género —y exponer también su cariz más revolucionario— el festival BarnaSants quiso inaugurar su vigésimo primera edición con el espectáculo "Jotas de combate: compromiso y poesía".
Arturo Gaya se refirió a la jota como "unos de los primeros movimientos de canción de protesta" y para certificarlo cantó un viejo canto de trabajo —para segar el arroz— al que le añadió los dos versos finales:
Déu va fer pobres i rics
quan este món va crear.
A mi em va fer dels primers
i ara em toca treballar,
i per això vaig fer-me "jotero":
per poder-me queixar.
(Dios hizo pobres y ricos
cuando éste mundo creó.
A mí me hizo de los primeros
y ahora me toca trabajar,
y por eso me hice "jotero":
para poderme quejar.)
Dirigido por el propio Gaya bajo una idea de Pere Camps, participaron en el espectáculo los catalanes "Quico el Cèlio, el Noi i el Mut de Ferreries", la mallorquina Miquela Lladó, la valenciana Eva Dénia y el castellano Eliseo Parra; en una noche en la que, además de jotas, sonaron también otros ritmos primos hermanos a mayor gloria del tres por cuatro.
La rondalla de Guardet "Lo cantador" abrió y cerró el espectáculo —ya en la calle— que fue grabado para su posterior publicación en formato CD.
![]() La rodalla de Guardet «Lo cantador» abrió y cerró el espectáculo —ya en la calle— con sus jotas improvisadas.
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![]() «Sin cultura ganan ellos». Así terminó su parlamento Pere Camps —director del Festival BarnaSants— después de justificar el lema de este año —«Las únicas iglesias que iluminan son las que pagan la factura de la electricidad»— y de ciriticar los bajos presupuestos públicos culturales y el 21% de IVA cultural.
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![]() Arturo Gaya, «Quico el Cèlio».
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![]() Eva Dénia.
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![]() Miquela Lladó.
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![]() Quique Pedret, «Lo Noi».
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![]() Eliseo Parra.
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![]() El dulzainero valenciano Pau Puig —invitado especial— acompañado por Sergi Molina, «Lo senyor Bertomeu».
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![]() Xavier Lozano, extraordinario con sus flautas.
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![]() Detrás de Eliseo Parra, Jordi Fusté, «Lo Mut de Ferreries», a la guitarra. Más al fondo, esperando el turno para cantar.
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![]() Sin guitarró —primo hermano del cuatro venezolano pero con cinco cuerdas— no hay jota.
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![]() © Xavier Pintanel
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