La geografía de la sesión inaugural del Festival de Jazz de San Sebastián es la de varios escenarios agrupados junto al mar. En la arena misma de la playa de la Zurriola se sitúa el principal, donde esta noche Rubén Blades ha vuelto a ejercer de contador de historias a ritmo de salsa.
EFE | Ana Burgueño - Por ese espacio, el Escenario Verde, han pasado en ediciones anteriores B.B. King, Patti Smith, Sharon Jones, Jamie Cullum, Ray Davies, Gloria Gaynor y The Pretenders, entre otros, como reclamos estrella para la gran fiesta que es este Jazz Band Ball de apertura, pero nunca la salsa había tenido su hueco, que ahora ha llenado Rubén Blades con un repaso a lo más conocido de su extensísimo repertorio.
Con Las calles, esos barrios donde "la vida y la muerte bailan con la cerveza en la mano", ha iniciado el panameño su gran actuación de hoy, cuando la música de los tres conciertos simultáneos de las terrazas del Kursaal había ya callado.
Quienes hasta entonces se habían movido de un escenario a otro en esta jornada en la que no se pasa por taquilla solo tenían en ese momento un único punto de atención, a Blades con la Roberto Delgado Big Band en una nueva cita de su larga gira de despedida de la salsa, Caminando, adiós y gracias, que emprendió hace más de tres años y que si sigue recorriendo mundo le podría dar para otros tantos más.
Público para ello tiene. En este 53 Heineken Jazzaldia, miles de personas le han escuchado, aunque no todos bailado, algunos de los títulos icónicos de su discografía, como Ligia Elena, Juan Pachanga y ese temazo que es Pedro Navaja.
Cronista de la calle, de la injusticia y de la vida, Blades ha incluido en la lista esas canciones con las que ha dado un plus a la salsa en su larga carrera, como Cuentas del alma, el divorcio visto por los ojos de un niño. Porque decidió escribir "sobre cosas que no escribían otros", comentaba hoy.
Pero en sus letras no solo hay compromiso, late el humor y la ironía, como en Decisiones, ese relato de embarazos prematuros, infidelidades y borrachos que ha sido de las más coreadas por el público.
A sus amigos que se han ido los ha recordado en Todos vuelven, mientras se proyectaban imágenes de todos ellos, de salseros, soneros, de gente como Tito Puente, Celia Cruz, Gabriel García Márquez y Paco de Lucía, y también de Lou Reed, que hace justo diez años tendría que haber pisado este mismo escenario del Jazzaldia si no hubiese cancelado de improviso el final de su gira europea.
Para despejar dudas de que "los que hacen salsa no saben hacer otra cosa" y a la vez "honrar la idea del jazz" en un festival del género, Blades ha recurrido a Watch What Happens y The Way You Look Tonight, esta última asimismo un "In Memoriam" de Frank Sinatra.
Arayué, tema de Ray Barretto, Ojos de perro azul y El cantante han sonado también esta noche, impecables además con la big band de su compatriota Roberto Delgado.
Con Muévete, su alegato contra "el racismo, la maldad y la corrupción política", ha puesto fin el músico, actor y exministro panameño a otro de los conciertos de su tour por España. Tiene por delante un día de descanso antes del actuar en Sant Feliu de Gíxols y otro después antes de cerrar en Santiago de Compostela.
Tiempo para continuar con su lectura de esta semana, como mostraba el lunes en Facebook y Twitter, la de La transparencia del tiempo, de Leonardo Padura, el escritor cubano autor de Los rostros de la salsa, de cuyas páginas Blades también es protagonista.
La cantautora catalana Lia Sampai, originaria de las Terres de l'Ebre, se encuentra en la antesala del lanzamiento de su tercer álbum de estudio Un Delta fràgil, previsto para el 18 de abril y del que acaba de presentar su segundo single.
La trovadora chilena Elizabeth Morris emerge una vez más con su nuevo trabajo, Los ojos del corazón, un álbum que refleja un proceso creativo de introspección y madurez artística.
Notas legales
Servicios
• Contacto
• Cómo colaborar
• Criterios
• Estadísticas
• Publicidad
Síguenos