Diciembre de 2007
El grupo costarricense Malpaís debe su nombre a un rincón alejado de la península de Nicoya, una playa agreste y olvidada, que en los últimos años ha ganado gran popularidad debido, sin duda, a la impresionante acogida que ha tenido esta banda entre los costarricenses de todas las generaciones.
Integrado por seis músicos de gran trayectoria en círculos tan diversos como el de la nueva canción, el jazz, el rock y la música clásica, Malpaís se formó en 1999 y dio sus primeros conciertos en el 2001.
Desde la salida de su primer disco, llamado lacónicamente “Uno”, en el año 2002, Malpaís fue recibido como un fenómeno con personalidad propia. Sus canciones sonaban distinto a todo lo que se había hecho antes en Costa Rica (o en otras partes, dirán algunos), y sin embargo el público se identificó con ellas de inmediato.
Los personajes entrañables, salidos de la vida cotidiana, las referencias al ayer mítico de la infancia, entre patios azules y potreros infinitos, los desasosiegos de la vida urbana, el amor y el desamor. El universo de Malpaís, recogido en las canciones de Fidel Gamboa, y en las letras de su hermano Jaime, ya han pasado a formar parte del imaginario colectivo de los “ticos”, más allá de si tienen 15 u 80 años.
La mezcla de ritmos, las influencias variadas, que oscilan entre el folclore centroamericano, los sonidos celtas, la balada rock, el son caribeño y el jazz fusión, le han permitido a Malpaís proponer una novedosa experiencia a quienes los escuchan “en vivo”. La gran ductilidad, la experiencia y destreza técnica de los músicos hace que los conciertos resulten contagiosos incluso para quienes no conocen las letras de las canciones.
Aparte de Fidel Gamboa, quien canta, toca la guitarra, la flauta, compone, arregla y dirige la agrupación, y de su hermano Jaime Gamboa, quien se encarga del bajo, coros y parte de las letras, Malpaís está compuesto por el tecladista Manuel Obregón, que es una de las figuras más destacadas de la escena musical centroamericana, por sus aportes en el campo de la fusión y recuperación de las tradiciones musicales. Iván Rodríguez toca el violín, la mandolina, las flautas celtas y hace coros; Gilberto Jarquín toca la batería y Carlos “Tapao” Vargas (ganador de dos premios Grammy, como parte de la banda de Rubén Blades) suma otra batería y un variado set de percusión. Finalmente, la joven Daniela Rodríguez hace coros, voces de apoyo y algunos solos de voz fundamentales, que forman parte de la “firma” musical de Malpaís.
Después de 50 años, sale a la luz la grabación de la actuación de Mercedes Sosa en el Town Hall de Manhattan, un testimonio único de su arte y compromiso y de la fuerza artística y política de La Negra. El disco aparece solo unas semanas después del lanzamiento de otro disco póstumo e imprescindible: En Vivo en el Gran Rex 2006.
Nano Stern y Luis Emilio Briceño presentan en Europa, En septiembre canta el gallo —ganador del festival In-Edit Chile—, un documental sobre la Nueva Canción Chilena, desde sus inicios hasta el golpe de estado de Pinochet; todo ello narrado a través de las voces de sus protagonistas y de imágenes, algunas de ellas inéditas hasta la fecha. Esto será hoy 2 de noviembre en el marco del festival In-Edit de Barcelona.
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