Febrero de 1999
Es público y notorio que desde septiembre de 2003 existen dos grupos que utilizan el nombre "Quilapayún" para sus presentaciones, uno dirigido por Rodolfo Parada y otro por Eduardo Carrasco. Ambos se proclaman como únicos propietarios morales y ambos niegan la existencia del otro.
Hasta la fecha, la postura defendida por CANCIONEROS.COM había sido clara y explícita: Había por un lado un Quilapayún que había dado continuidad y credibilidad al proyecto y por otro lado un grupo de excomponentes reagrupados.
Ahora tras la sentencia de la Corte de Apelaciones de París y aunque ésta sea sólo de aplicación exclusiva en territorio francés, negar la existencia de dos Quilapayunes sería impropio del rigor que ha caracterizado CANCIONEROS.COM y nos impone un cambio de criterios que, a partir de ahora, serán los siguientes:
1) Se considerará como "Quilapayún" (sólo Quilapayún) todo aquel material anterior a septiembre de 2003, fecha en la que sólo había un grupo.
2) Todo material posterior a septiembre de 2003 se referenciará como "Quilapayún – Parada/Wang" ó "Quilapayún – Carrasco".
Es evidente que no todos estarán de acuerdo con estos criterios, como no todos lo estaban con los anteriores, como no lo estarían si los criterios fuesen otros. Nosotros respetaremos todas las opiniones pero como decía el poeta hay que tomar "partido hasta mancharse". Esto es la base de nuestro compromiso y lo que nos ha colocado en la posición que estamos dentro del mundo de la información digital.
El trovador chileno Nano Stern se encuentra actualmente en Europa. Este sábado actúa en Barcelona y el domingo en Madrid en donde estrenará sus nuevo disco Nano Stern canta a Víctor Jara (2023) y presentará Aún creo en la belleza (2022). Sin embargo hoy hablaremos con él de un extraordinario disco que lanzó el año pasado con Gina Allende —bajo el nombre de Ensamble La Misola—y que pasó injustamente desapercibido: Más vale trocar. Canciones de la España renacentista.
Víctor Casaus dice vivir en una constante contradicción. Por una parte su obra personal como creador —poesía, cine, testimonio— y por otra, esa absorbente e imprescindible labor como gestor cultural por la que es constantemente requerido. Ambas necesarias, ambas destacadas, pero a veces incompatibles porque "hay más tiempo que vida".
Notas legales
Servicios
• Contacto
• Cómo colaborar
• Criterios
• Estadísticas
• Publicidad
Síguenos