Patricio Manns encuentra una “estupidez” El Guerrillero del Amor y no le gusta la versión rockera de su canción El cautivo de Til-Til que usaron para musicalizar la teleserie. Tras siete años de silencio, el escritor y cantautor saca nuevo disco y, acá, habla de su pasado como dependiente de una farmacia, de la odiosidad que le tiene Camilo Marks, de su rol en el FPMR y de literatura chilena.
¿Por qué tardaste siete años en sacar un disco?¿Qué estuviste haciendo, musicalmente, todo este tiempo?
-Nuestros sellos están todos quebrados. Tengo contrato con Alerce y está incapacitado de producir discos nuevos. Así que nos presentamos a uno de estos concursos, no sé cuál, y uno de ellos nos pasó cinco millones para hacer andar el proyecto.
Aunque nunca ha levantado un álbum puramente autorreferente, obra y autobiografía se funden en muchas de las mejores canciones de Patricio Manns. Sus discos pueden, por eso, escucharse como depósitos de claves existenciales, y no sólo en experiencias sino en relación a sus paisajes, sus causas y sus preocupaciones como creador.
Después de 50 años, sale a la luz la grabación de la actuación de Mercedes Sosa en el Town Hall de Manhattan, un testimonio único de su arte y compromiso y de la fuerza artística y política de La Negra. El disco aparece solo unas semanas después del lanzamiento de otro disco póstumo e imprescindible: En Vivo en el Gran Rex 2006.
Nano Stern y Luis Emilio Briceño presentan en Europa, En septiembre canta el gallo —ganador del festival In-Edit Chile—, un documental sobre la Nueva Canción Chilena, desde sus inicios hasta el golpe de estado de Pinochet; todo ello narrado a través de las voces de sus protagonistas y de imágenes, algunas de ellas inéditas hasta la fecha. Esto será hoy 2 de noviembre en el marco del festival In-Edit de Barcelona.
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