Con la presencia de su compañera Lole y de sus hijos Ferran y Dayman Cabrera se celebró ayer en Barcelona el homenaje al trovador uruguayo Quintín Cabrera desaparecido el pasado mes de marzo.
Seguramente no por gratitud —creo que Quintín ya sabía de nuestro agradecimiento— pero sí para luchar contra el olvido se celebró ayer en Barcelona un concierto-homenaje en recuerdo de Quintín Cabrera que reunió a su compañera y a sus hijos, a muchos compañeros de clandestinidad y de lucha que dieron testimonio de aquellos años y a varios trovadores que cantaron quince de sus canciones.
EL trovador uruguayo fallecido el pasado marzo tendrá por fin su merecido homenaje el próximo jueves 26 de noviembre en Barcelona con la presencia de Miquel Pujadó, Joan Isaac, Ton Rulló, Eliseo Parra, Jordi Fàbregas, Juan Lluís Parra, Jaume Arnella y la familia de Quintín.
Venía de lejos y de cerca. De lejos porque entonces las distancias eran más largas. De cerca porque Quintín venía de varias generaciones de clase trabajadora y a una semana de aterrizar ya estaba en una reunión clandestina del entonces ilegal sindicato Comisiones Obreras (CCOO).
Forjado en ese clima de compromiso y de humanidad, Quintín empezó a componer sus primeras canciones ya a los dieciséis años, cuando, tras la muerte de su padre, los compañeros del Liceo Nocturno le regalaron su primera guitarra.
El músico argentino Milo J lanza La vida era más corta, un álbum doble donde se cruzan el folklore argentino y los sonidos urbanos contemporáneos, en una obra que reúne a varias generaciones y cuenta con colaboraciones destacadas como las de Mercedes Sosa y Silvio Rodríguez.
Miguel Poveda hizo suyo el Gran Teatre del Liceu de Barcelona —uno de los grandes Teatros de la Ópera del mundo— en su concierto Distinto del 15 de Octubre, en el marco de la edición de 2025 del "Festival Jazz Barcelona".
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