
La llamadora
Voy trenzado delgado un silbido 
luego un verso empiezo a tusar 
se me da por rasguear 
y me da por cantar 
y campea formas de zamba al oído. 
A la moza que ame en otros tiempos 
la recuerdo en el diapasón 
vuelve a hacerse emoción 
me besa el corazón 
y entre alegre y triste se queda mi acento. 
Mensajera de cuanto atesora 
la gruta sonora de mi alma será 
sueño mío que va, como yo rodara 
por esos seis rumbos que hay en la guitarra 
Hay un algo que alcanzar quisiera 
y esa espera hasta el fin me dio 
este dejo de adiós 
que se quiebra mi voz 
y llora mi amante coplita cerrera. 
Me da gusto y a la vez me inquieta 
las memorias del pago en mí 
es por eso que así 
mis canciones le di 
de pastor lo mucho y algo de poeta.









