Elena
En abril también duelen las despedidas.
Si agosto te quemó la sonrisa
y dejó tu cama tan vacía
que te crees que ya no quedan días
ni humedades, ni nuevos noviembres
y estás perdida,
llámame.
Si otra vez -y el azar no lo quiera-
te vuelven a robar la cartera
o te encuentras sola en carretera
si saber donde está tu frontera,
si un ejército de dudas negras
se colara por la chimenea.
Llámame,
no tengas miedo a nuevas puertas.
Llámame,
no tengas miedo.
Elena me llena de ternura,
anochece la niña de luna.
Elena se maquilla la cara,
ilumina despacio la casa.
Elena se levanta y no se olvida.
En abril también duelen las despedidas.
Si agosto te quemó la sonrisa
y dejó tu cama tan vacía
que te crees que ya no quedan días
ni humedades, ni nuevos noviembres
y estás perdida,
llámame.
Tú llámame.
Autor(es): Juan Trova