Navegar
no quiero cambiar tu piel por el mar,
pues sería olvidarte.
¿Ves? No soy más que un loco
mordiendo mis pies,
sólo por alcanzarte,
y la luna me inspira en este viaje.
Y arrastra mis alas
sin pedirme nada,
no dejes mis días morir así.
Hoy prefiero callarme,
tan sólo un suspiro que sangre en mi voz
hace eterno un instante,
y nada, ya no queda más nada
en este sillón.
Se mueren en la calma la imaginación
que me impulsa a buscarte.
Y la luna me inspira en este viaje
y arrastra mis alas,
sin pedirme nada.
No dejes mis días morir así.