Hasta ser uno contigo
hasta posarlas en tus ojos cerrados.
Tú que guías mis noches
hasta cubrirme con su dulce descanso.
Tú que guías mis labios
hasta hacerlos de licor de almendras.
Tú que guías mis palabras
hasta llenarlas de perdón y de olvido.
Tú que guías guíame
hasta ser uno contigo.
Amor, uno contigo.
Tú que guías la lluvia
que respira y despierta las mareas.
Tú que guías los surcos,
las espigas de amaneceres nuevos.
Tú que guías los astros
para que giren en mil lunas redondas.
Tú que guías un fuego
que alimenta mi amor con su tacto de amante.
Autor(es): Pablo Guerrero, Suso Saiz