Puercoespín
con la fuerza que le queda en la cama
con el resto disimula
dice que algo bueno
le va a pasar
y repite en voz baja
y se convence por primera vez:
me vuelvo un puercoespín
soy todo un puercoespín
Juega a que la observan
cuando se desviste y cuando se peina
y prendiendo el cigarro
se pierde en su humo revelador
ahora grita en voz alta
para convencerse por última vez
me convertí en puercoespín
soy todo un puercoespín
me vuelvo un puercoespín
Con su muda de penas
de las penas propias y las ajenas
las derrite hasta verlas como jugo tibio
y se las inyecta
y ríe hasta dolerle las mejillas de ira y placer
me convertí en puercoespín
soy todo un puercoespín
me vuelvo un puercoespín