Comiendo Rabia Imagino Sueños
Dormí, imaginando sueños de sal, sueños de sal.
Y aunque soñé poder de nuevo beberte otra vez, gané a la penumbra, me desperté.
Y viviré con más huevos si cabe otra vez, yo soy mi dueño, yo soy mi amo.
No voy a volver ya de este juego, no quiero más besos, sólo volar, sólo olvidar
bebiendo la noche, el turbio derroche en la barra del bar, suenan los hielos, triste final.
Sigo escalando, a veces me caigo y vuelta a empezar,
se apagan los años escritos en hojas que debo arrancar.
Al ver cada tajo que el tiempo concede me echo a temblar,
de nuevo aparece el anhelo, el deseo, la necesidad.
Y aunque soñé poder de nuevo beberte otra vez, gané a la penumbra, me desperté.
Y viviré con más huevos si cabe otra vez, yo soy mi dueño, yo soy mi amo.
Vienen los bichos, quieren comerme la piel,
empiezo a la vez, sin miedo a comerlos también.
Flotan como si fueran vapor, colman mi pequeño cabezón,
para reventar esta cruz, cruz de este mundo cabrón.
Ganas de hacerte el amor, colman mi pequeño cabezón,
llenan la noche de luz, luz para este mundo cabrón.
Cuando la batalla parezca perdida, más huevos hay que ponerle a la partida.
Muchos me dirán que no tengo razón, qué le voy a hacer, sigo siendo yo.
He crecido mirándome al espejo y descubro que no, que no soy perfecto.
Ahora ya no tengo miedo al fracaso porque sé, que es el primer paso
para la próxima gran victoria, aquella en que ninguno se lleve la gloria,
del hombre libre que esta vez ha escrito sin sangre su propia historia.