La saeta
¨quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno¨
¡Oh! la saeta al cantar
al Cristo de los Gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.
Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
que es la fé de mis mayores.
O no eres tu mi cantar,
no puedo cantar ni quiero
a ese Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar.