Dos Sorpresas
el tercer día del verano te afeitaste
el bigote
y jugabas a castigar.
Se puede correr sin sudar,
y perder sin llegar a jugar,
y eso si que es triste,
sí lo es.
Una sorpresa.
el tercer día del verano te afeitaste
el bigote
y jugabas a castigar.
Se puede correr sin sudar,
y perder sin llegar a jugar,
y eso si que es triste,
sí lo es.
Una sorpresa.