Treinta Años
No conseguiré jamás,
por mas que lo intente,
llegar a estar en tu lugar,
sentir que no sientes.
Y oler el mar,
verlo en tu mente.
Ser uno mas,
cueste lo que cueste.
Esperó, por esperar,
que obrara el milagro.
Sus deseos de vivir,
le traicionaron.
Y pasó un mes,
luego diez años
y al fin su fe
se hizo pedazos.
Treinta años,
clavado en su cama.
Prisionero,
dentro de sí.
Decidió,
marcharse al infierno
y cumplir,
su condena allí.
Se hizo su juicio final,
maldijo su suerte
y junto a su soledad,
planeo su muerte.