Nocturno amarillo


Cosido por el hilo dorado de tu pelo largo
y brillante como el sonido de las sirenas
en el agua, limpia y bellamente sereno,
te escribo.

A mis pies duerme confiado el mundo.
(Mi casa es un cubo triste de lágrimas
y pececillos).

Amarilla de whisky, por encima de todo,
mi alma atomizada se eleva alcanzando
el hondo misterio del mar en las estrellas,
mientras pasan naves cargadas de luna y sueño.

Acaso sea esto la felicidad.


Autor(es): Antonio Marín Albalate