Serenoke
si preguntan por quién doblan
del convento las campanas,
diles que doblando están
por mi muerta esperanza.
A esa liebre no tirarle
cazadores de la sierra,
a esa liebre no tirarle
porque está haciendo en la tierra
madriguera ser madre
y es muy lo que encierra.
Se dormía,
en la cruz alta del barrio
un sereno se dormía
y la cruz le daba voces:
¡Sereno, que viene el día!
Autor(es): Antonio Chacón, Frasquito Yerbagüena