Los Años
reñido abandonar el barco.
Anclados en el mismo charco
de siempre.
Y ahora que
nos acogemos a sagrado
nos llueven hostias por
todos lados.
De modo que
si lo he llevado hasta el extremo
es porque solo nos queremos
lejos.
Con los años,
lejos de aprender,
nos apuñalamos,
nos hacemos
más extraños.
Con los años,
lejos de aprender,
nos apuñalamos,
nos hacemos tanto daño.
Confía en mí:
seremos carne de rutina
hasta llorar por las esquinas
de siempre.
Con los años,
lejos de aprender,
nos apuñalamos,
nos hacemos
más extraños.
Con los años,
lejos de aprender,
nos apuñalamos,
nos hacemos tanto daño.
Con los años,
con los años.