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El final es una puerta
¡Mi maldición maleducada!
Los neceseres de la carne y las mujeres del socorro
¿Cuánto aludido habrá caído en la indirecta equivocada?
Mi estado de ánimo hoy no está a la venta
Hoy no me digas nada
¡Cuánto cuchillo entre los dientes!
¡Cuánta anestesia digitada!
Hasta que el arte se despierte
Y aparecen las escenas de vocablos y entremeses
de fachada delicada
Corazón de rivotril: ¡no me dejes sentir nada!
Y sin embargo todo fluye cuando se vuela bajito
¿Cuánto erudito habrá eructado en la tertulia equivocada?
Mi estado de ánimo hoy no está a la venta
Hoy no me digas nada
¡Cuánto cuchillo entre los dientes!
¡Cuánta anestesia digitada!
Hasta que el arte se despierte
Hasta que el arte se despierte