Después
caí en mi cama
un café de los muros muertos
que habitan en mi ventana
Después ducha frió invierno.
Allí vacía como el viento
te vistes entre mis sábanas
y aunque la luz del amanecer despliegas
tu niebla agita nuestras miradas.
Después la calle vuelve a ser
un mar desierto
lleno de hojas que no suelen creer
que son del viento y de la ternura.
Entonces muevo y luego vuelvo a preguntarme
si estar despierto será una locura
después... después.
aahh...