El rayo que nunca cesa
El rayo que nunca cesa. Haciéndome creer que soy menos que nada, prendido por la llama que inflama mi flaqueza, no quiero comprender ya sé que no me amas y no encuentro en la cama la mano que me meza. Quien iba a preguntar no se me ocurriría seguro que tenía que hablar de mis rarezas, trocitos de poemas que encontraron un día una canción que había metida entre mis cejas y en el medio de la noche escalofríos en la cabeza y a padre no le contestes y siéntate ya en la mesa. Y al árbol de los caminos que me enseñó a encontrar la belleza y a la tarde de la lluvia y al rayo que nunca cesa. Merezco que me quieran merezco que me escuchen y traten con respeto a mi naturaleza, que se acerca y se aleja yo quiero que la mano que cae sobre lo niños por fin desaparezca.
Autor(es): Sergio Cifuentes