El Tambopata


Hace tiempo me estás llamando
Susurrándome al oído
Ingenua, acudo sin pensarlo
Con cuatro de mis hijos

Me deslizo aventuroza
Empapándome de tu energía
Mientras acaricio con mis remos
Tu cálida piel fluida

Un día hemos cabalgado
Conociéndonos mutuamente
Yo jinete, tu corcel
De colas y meandros

Descendiendo encabritado
Entre rápidos y calmos
En la noche un descanso
En tu orilla confianante
Y mañana nuevamente
Ee montaré, mi rocinante

Como en todo buen descenso
Existen obstáculos desafiantes
Y en tu loca hidrología
Hay un monstruo atormentante

Me distraigo un momento
Y tus aguas me rodean
Transfiriéndome con soltura
A tu mundo alucinante

Pero antes yo te pido
Mi amigo inesperado
Déjame otear el horizonte
Y calmar a mis amados

La labor está cumplida
Puedo ahora entregarme
Sumergiéndome confiada
En tu sueño trinitario

Padre, Hijo y Espíritu Santo
Me entrego toda a Ti
Guárdame, defiéndeme y protégeme
Como alma y posesión tuya

Amén


Autor(es): Roberto Alliende Estévez